Se hizo de rogar, pero 421 días después de su primera rotura de ligamentos el Chimy Ávila regresaba a una convocatoria en partido oficial con Osasuna. Lo hizo nada menos que ante su antiguo equipo, el Huesca, en un partido de vital importancia para las aspiraciones rojillas.

SABER MÁS | El Chimy Ávila ya es uno más

Con dos gravísimas lesiones en el recuerdo, el carácter y el furor del delantero no han cambiado ni un ápice desde su último encuentro. Desde un primer momento el ariete, pese a no gozar de minutos en el empate en tierras aragonesas, se mostró feliz y cariñoso tanto con compañeros como con viejos conocidos durante la estancia de la plantilla en Huesca.

A pesar de ello, el rosarino tenía asumida la dificultad de que tuviese minutos, de modo que se dedicó a ser un hincha más desde el banquillo visitante.

La parroquia de El Sadar aún tendrá que esperar para ver a su '9' presionando y dejándose la piel sobre el césped, pero ese momento está cada vez más cerca.