El meme: cada vez que Osasuna se enfrenta al Getafe se hace realidad ese meme viral de dos Spiderman señalándose como extrañados. Los rojillos tienden a mimetizarse con los madrileños cuando juegan contra ellos. Esta vez, de nuevo, volvió a ocurrir. Osasuna buscó demasiados balones en largo para Calleri y Gallego, que fue titular por sorpresa. El equipo volvió a no generar nada en ataque hasta que Arrasate optó por una parcela ofensiva más móvil. ¿Lo bueno? Anuló absolutamente de nuevo al rival. El Getafe, sea por lo que sea, no inquietó apenas a Sergio y, cuando lo hizo, fue más por fallos defensivos de los de Arrasate que por éxitos propios. Osasuna lleva tres partidos buscando más no perder que ganar. Ni bueno ni malo, aceptable sin duda. Y con tres puntos más en la mochila. Eso sí, es bastante aburrido y cuesta saber qué habría ocurrido con el estilo habitual del Jagobismo.

La croqueta: no, no hablamos aquí del alimento culinario. Hablamos del recurso muy aprendido por todos los jugadores del Getafe cuando alguien les roza. Cucurella, principalmente, es experto en rodar (y rodar, que diría la canción). Al Getafe se le está comiendo el personaje, como a su entrenador, pero vino a empatar y lo consiguió, sin duda. Todos los partidos entre ambos conjuntos tiran por los mismos derroteros y este no iba a ser menos. Se jugó poco, se interrumpió mucho y, cuando había faltas locales, el 'dolor' en los visitantes era inaguantable. Para rematar la faena, Bordalás hizo un cambio cuando quedaban 20 segundos para jugar. Otro rollo.

El Comandante: la mejor noticia, sin duda, del encuentro fue la vuelta en partido oficial del Chimy Ávila. El delantero argentino aún tuva una ocasión que ya habría provocado el delirio en la rojez. Pero calma, su vuelta es positiva, pero como dijo Jagoba, no va a ser el salvador del equipo después de más de 400 días sin jugar un partido oficial. Otra cosa será lo que le pueda servir los minutos para la temporada que viene.

Eso sí, para eso primero Osasuna debe cerrar la salvación. No va por mal camino, aunque en los últimos partidos se haya centrado más en asegurar unos pocos metros que en intentar dar un golpe definitivo a la salvación.