Darko Brasanac no ofrece discusión. El centrocampista serbio se ha convertido en el jugador más regular de Osasuna en estas cuatro primeras jornadas de Liga y eso es una noticia importante para el equipo. Futbolista con pocas estridencias, casi siempre supera con holgura el aprobado en sus actuaciones y, como este campeonato premia la regularidad, se convierte en un soporte interesante para el objetivo de mantener el máximo rigor posible a cada jornada. Un perfil de encaje ideal en el conjunto rojillo, donde no hay estrellas y sí currelas.

Darko Brasanac afronta su tercera temporada en Osasuna y su primer encuentro como rojillo lo disputó en su una misión similar a la que cumplió el domingo ante el Valencia -fue en Leganés (0-1), un poco más adelantado de un centro del campo que compusieron entonces Moncayola, Oier, Roberto Torres y Rober Ibáñez; el delantero fue Chimy Ávila-. Más o menos cerca del delantero de referencia, en una zona con amplios cometidos y de mucho terreno. También en el primer partido oficial como osasunista acabó siendo comodín y recolocado en el campo después de darse una considerable paliza ante su exequipo -lo cambiaron en el minuto 94-. El domingo de nuevo fue reubicado en el eje cuando llegaron los cambios y se intentó la reacción. Antes ya se había cobrado un gol a pleno pulmón, ejercicio de fe, persecución al límite. Solo el árbitro y su amigo del VAR vieron delito en ese robo de balón de las zarpas blandas del portero -que luego confesó que no le habían hecho falta-. Frente a un Valencia que minimizó y desordenó a Osasuna, el futbolista balcánico estuvo siempre en su sitio y no decayó ante el fuego rival.

Brasanac fue titular en el primer partido de Arrasate en Primera -el de Leganés- y la confianza del técnico se mantiene, aunque la Liga pasada estuvieron mediatizadas sus actuaciones por distintos problemas físicos -la recuperación de la operación de un hombro lesionado-. De hecho, su primer encuentro del torneo lo disputó a finales de noviembre -el día 29, frente al Barcelona (4-0)- y sus participaciones -se lesionó en diciembre de nuevo y estuvo dos meses parado, a lo que se unieron unos días de aislamiento por contacto directo con un positivo- se limitaron a 16 partidos de Liga -uno más de Copa-, siendo titular en total en diez de ellos.

El centrocampista serbio se medirá el sábado al Alavés, uno de los equipos de su pasado de la Liga, en concreto, el segundo destino donde estuvo cedido cuando aún pertenecía al Betis -el primero fue el Leganés, donde tuvo un presencia también elevada y además anotó dos goles-. En Vitoria, participó en 24 partidos de Liga y dos de Copa, siendo titular en total en 19 compromisos. Abelardo era el entrenador del equipo en esa época, etapa como albiazul en la que coincidió también con Calleri y Jony, compañeros rojillos el pasado curso. A su llegada al conjunto vitoriano, el director deportivo de entonces, Sergio Fernández, realizó un análisis en su presentación que se mantiene como seña de identidad ahora en su historia como rojillo. “Es es un jugador que ofrece muchas posibilidades por su versatilidad para aunar ese juego asociativo o combinativo con el rigor y el esfuerzo”, le piropearon entonces. Ahora con Osasuna en Mendizorrotza le llega la oportunidad de seguir dándoles la razón.

El jugador. Darko Brasanac nació el 12/02/1992 en ?ajetina (Serbia), tiene 29 años.

Rojillo hasta 2023. Osasuna pagó un millón de euros al Betis para su contratación en julio de 2019. Firmó entonces hasta 2022, pero en enero se le amplió el contrato por un año más, hasta 2023. El Betis lo había fichado en 2016 por 1,5 millones de euros procente del Partizán de Belgrado. -equipo con el que ganó todo en su país- Ha sido internacional absoluto con Serbia en tres oportunidades.

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