Aunque la presencia de Oier Sanjurjo (Estella, 25/5/1986) en las alineaciones de Jagoba Arrasate se ha reducido notablemente con respecto a cursos anteriores (al menos en lo que a titularidades se refiere), lo cierto es que el capitán rojillo sigue acumulando cifras más que interesantes como futbolista de Osasuna. Y es que los cuatro minutos de los que disfrutó el pasado miércoles en el Santiago Bernabéu le sirvieron para añadir otra muesca a su currículum, alcanzar los 337 partidos oficiales con el primer equipo del conjunto navarro y situarse a solo uno de Miguel Flaño, el sexto en el ranking de jugadores con más encuentros en la historia del club.

Oier ha engordado esta temporada sus cifras porque, a pesar de que solo ha jugado de inicio en tres de los once partidos que hasta la fecha ha disputado Osasuna en la Liga, también ha participado en otros seis saliendo desde el banquillo, lo que le pone a tiro de Miguel Flaño, con el que igualará a 338 partidos mañana sábado si el estellés encuentra acomodo en el once inicial que diseñe Arrasate para visitar al Sevilla. Y sus posibilidades se disparan considerablemente si se tiene en cuenta el descomunal esfuerzo que tuvo que realizar Osasuna para conquistar un punto en el Bernabéu y que el partido contra el conjunto hispalense va a disputarse poco más de 48 horas después, lo que se traduce en rotaciones.

A Oier, que cumplió 35 años en mayo y cuyo contrato expira al final del presente ejercicio, le quedan al menos más de dos terceras partes de la actual temporada para seguir haciendo historia, superar a Miguel Flaño y recortar distancias con los cinco primeros clasificados de un ranking que lidera Patxi Puñal (513 partidos), seguido de José Manuel Echeverría (463), Javier Castañeda (395), César Cruchaga (385) y Eugenio Bustingorri (377). Y sin olvidar que otro canterano que comparte plantilla y capitanía con el estellés, Roberto Torres (Arre, 7/3/1989), también se encuentra al acecho de los primeros puestos de un ranking en el que es octavo con 325 partidos, a once de Oier. A ambos les queda tiempo para seguir sumando.