aitane Iturria Gutiérrez es una joven de 19 años, natural de la localidad de Celaya, ubicada en el estado de Guanajuato, más o menos en el centro de México, que sigue con fervor a Osasuna. Hasta tal punto que tiene instalada una aplicación en su teléfono móvil que le avisa cada vez que el conjunto navarro marca un gol en la Liga. Es cierto que últimamente no ha sonado demasiado, una vez en el último mes y medio, algo que, sin embargo, no ha hecho mella en su fanatismo como rojilla. Pero, ¿por qué es de Osasuna? Muy fácil, su padre, Juan Ignacio Iturria, un empresario mexicano de 56 años, es hijo de dos navarros del Valle de Baztan que emigraron a México hace casi 70 años y donde ya se quedaron para siempre, aunque regresando en cuanto tenían ocasión a su tierra natal.

“Mi padre, Braulio Iturria, que falleció en 2009, era de Elizondo, y mi madre, Elvira Etxalar, que falleció el pasado 30 de mayo, era de Ziga, y aunque tanto yo como mis cuatro hermanos (dos hombres y dos mujeres) somos mexicanos, nos inculcaron desde pequeños el amor por Navarra”, explica Juan Ignacio, que se encuentra desde el pasado viernes en Pamplona, adonde llegó en compañía de su esposa, Raquel Gutiérrez, y las hijas de ambos, Ainhoa, de 21 años, y Maitane, de 19. Los cuatro son miembros de la Peña Osasuna-México, que tiene unos 30 integrantes y que preside el propio Juan Ignacio, que presume de ser uno de los fundadores de la misma, allá por 2002, “coincidiendo con la llegada de Javier Aguirre al banquillo de Osasuna”.

Que el mexicano se convirtiera en entrenador del conjunto navarro fue la excusa perfecta para que Juan Ignacio y otro puñado de forofos se organizaran, aunque cuenta que ya desde bien pequeño se las apañaba para seguir los partidos de Osasuna -“incluso cuando estaba en Segunda, y Tercera”, puntualiza- a través de Onda Corta, emisora que permitía escuchar desde México las retransmisiones que se hacían en España, “aunque era bien complicado conectarse”, confiesa Juan Ignacio, que viene a Navarra siempre que puede para visitar a sus familiares. De hecho, sus dos hermanas residen por estos lares, una en Elizondo y otra en Pamplona, ya que ambas encontraron allí el amor.

A la expedición de la familia Iturria-Gutiérrez se sumó ayer otro matrimonio, el formado por José Luis Cerrato y Carmela Gutiérrez, ella hermana de Raquel y ambos tíos de Ainhoa y Maitane. También son mexicanos, aunque residentes en Estocolmo (Suecia) desde hace casi un cuarto de siglo. Los seis son miembros de la Peña Osasuna-México y los seis acudirán esta tarde al estadio de El Sadar para presenciar el partido que medirá a los rojillos con el Barcelona. E incluso tendrán un séptimo refuerzo, César Bolfeta, otro mexicano, aunque éste llegará procedente de Madrid, que es donde vive.

La pasión por Osasuna le viene a Juan Ignacio de sus padres y él mismo se la ha inculcado a sus hijas, especialmente a la menor, Maitane. Procuran ver todos los partidos por televisión, “aunque los horarios son una locura”, pero también recuerdan alguna visita a El Sadar. La última, en enero de 2020. “Ganó el Real Madrid por 1-4, pero nos emocionó cómo animó la afición pese a la derrota, es la mejor del mundo”, afirma Carmela.

Para terminar se atreven con una porra para el encuentro de esta tarde y, aunque conscientes de que Osasuna no atraviesa por su mejor momento, todos se decantan por un triunfo rojillo. Juan Ignacio apuesta por “un 2-1 con goles de Moncayola y Roberto Torres, aunque, si juega el Chimy, creo que marcará”, mientras que el resto coinciden en el 1-0. José Luis cita a Darko como asistente, Ainhoa dice que Roberto Torres será el autor del tanto, Raquel cree que marcará el Chimy, Carmela confía en que sea Unai García el goleador, y Maitane, que accederá a El Sadar por primera vez en su vida, se debate entre el delantero y el central, aunque lo que con más ahínco desea es que la aplicación de su móvil vuelva a sonar. Será señal de que Osasuna ha marcado.

Relación con el fundador. El origen de la cerveza Corona, la más famosa de México, data de 1925, y la empresa la fundó un baztanés, natural de Elizondo, concretamente del barrio de Txokoto, llamado Braulio Iriarte Goyeneche y que emigró a Ciudad de México a finales de siglo XIX. Allí hizo fortuna, primero en la industria del pan y luego en la de la cerveza. Y aunque en la actualidad ningún descendiente del fundador tiene relación con la marca, lo cierto es que Juan Ignacio Iturria, de ascendencia navarra, revela que su familia guarda una curiosa relación con él. No en vano, presume de que a su padre, Braulio Iturria, le bautizaron así porque el fundador de la cerveza Corona era su padrino y se llamaba así. Una anécdota de la que se enorgullece Juan Ignacio Iturria en su enésimo viaje a Navarra, adonde acude cada vez que puede para no olvidar sus raíces (más bien las de sus padres) y en donde va a aprovechar para ver un partido de su equipo, Osasuna, y un estadio, El Sadar, que el club tiene previsto enseñarle mañana lunes.

“Estuvimos en El Sadar en 2020. Ganó el Real Madrid por 1-4, pero la afición nos impresionó; es la mejor del mundo”

Integrante de la Peña Osasuna-México