- Osasuna dio la bienvenida a 2022 de la misma forma que despidió 2021: con una derrota. Si en el último partido del año pasado cayó en Getafe al encajar un postrero gol obra de Poveda (1-0), en el primero del recién estrenado fue vapuleado por el Athletic en El Sadar pese a adelantarse en el marcador (1-3). En resumen, que el conjunto navarro ha perdido sus dos últimos compromisos de Liga, una competición en la que ya acumula diez jornadas sin conocer la victoria, registro que, unido a los resultados positivos de algunos de los equipos que pelean por la salvación, han reducido a seis puntos la renta de los rojillos con el descenso.

El colchón de Osasuna con los tres últimos clasificados es todavía relativamente amplio, merced al buen inicio de temporada del equipo de Jagoba Arrasate y también gracias a que algunos rivales por mantener la categoría están firmando rachas mucho peores que la de los rojillos. Como la del Levante, colista de Primera División y con su casillero de victorias aún inmaculado recién completada una primera vuelta que Osasuna ha cerrado en el 14º puesto con 22 puntos, un botín más que aceptable para alcanzar su objetivo, la permanencia.

El problema es que los rojillos ofrecieron ayer una pobre imagen, algo que se viene repitiendo en las últimas jornadas (a excepción del empate a dos con el Barça en El Sadar), y no ganan en Liga desde el 17 de octubre (1-2 al Villarreal en La Cerámica). Y más tiempo ha pasado aún desde su único y último triunfo en El Sadar: 1-0 al Rayo el 2 de octubre.