Osasuna fue muy superior al Celta en el partido de la primera vuelta en El Sadar (0-0). Los rojillos remataron más entre los tres palos -seis veces por ninguna de los gallegos-, disfrutaron de más oportunidades de gol -siete y una el Celta-, se hartaron de meter balones al área -35- e incluso desperdiciaron un penalti, cometido sobre Kike García y lanzado por Rubén García, en el que respondió con fortuna el meta Dituro, que evitó con la puntera de su bota que el balón se marchara a la red. Datos concluyentes y juego de nivel que le dejaron a Osasuna y mal sabor por el resultado, sobre todo cuando se venía de una primera jornada de Liga en la que, ante el Espanyol, se habían recogido similares sensaciones e idéntico resultado (0-0).

Aquel equipo con bríos y ritmo estuvo formado por Sergio Herrera, Nacho Vidal, Aridane, David García, Manu Sánchez (Cote, m.82), Kike Barja (Torres, m.65), Torró, Moncayola, Rubén García (Budimir, m.74), Darko (Javi Martínez, m.83) y Kike García (Chimy, m.74). Hasta media docena de cambios puede haber esta tarde respecto a aquella alineación por las bajas de todo tipo que asolan a la plantilla. Por el momento, lo único que ha desvelado Arrasate es que al pamplonés Unai Dufur, 22 años, le toca la hora de debutar ante la ausencia de centrales -por las bajas de Aridane, Unai García y David García-.

Entre las curiosidades de uno y otro momento -el inicio de Liga, el comienzo de la segunda vuelta- destaca que en aquel partido ante el Celta, Juan Cruz no estuvo siquiera convocado. En la primera jornada de Liga, para sorpresa de casi todo el mundo, fue Rubén García quien ejerció de carrilero. Cote estaba lesionado, Manu Sánchez sin convocar porque estaba recién llegado para su segunda cesión y a Juan Cruz le tocó sentarse en el banquillo. Su ausencia en la lista en el segundo encuentro, dejó al futbolista madrileño tocado en lo anímico y con las especulaciones zumbando a su alrededor incluso planteando una inminente salida.

Juan Cruz no solo le ha dado la vuelta a la situación, sino que se ha convertido casi en uno de los imprescindibles de Arrasate en los últimos tiempos, ejemplo de capacidad de adaptación, y hoy mismo va a ser uno de los centrales ante las numerosas bajas. Las cosas pueden cambiar mucho. Y a Osasuna le toca jugar reinventado ante el Celta.