El temporal de nieve y lluvia que atraviesa Navarra ha impedido que Osasuna se haya ejercitado con normalidad sobre el césped de Tajonar, que ha amanecido completamente cubierto de blanco.

La plantilla que dirige Jagoba Arrasate se ha visto obligada a trabajar en el gimnasio de las instalaciones, a tan solo dos días de medirse al Real Betis. Los jugadores han trabajado a través de una activación, bicicleta estática, fútbol tenis y un trabajo orientado hacia el fortalecimiento del tren superior.

Lo cierto es que la sesión habitual dos días antes de un partido suele ser la menos exigente de la semana, por lo que Osasuna ha tenido suerte en ese aspecto. Esto no supone un gran contratiempo para que los futbolistas lleguen en perfectas condiciones a la jornada que comienza este sábado.

Las predicciones hablan de nieve durante toda la noche y habrá que ver este sábado cómo se encuentra el Sadar, lugar en el que se llevarán a cabo los últimos preparativos. El equipo entrenará una hora más tarde de lo habitual para ayudar al deshielo.

La expedición rojilla viajará mañana por la tarde en avión hasta la capital andaluza con todas sus armas para tratar de dar un susto a un equipo clasificado para la final de la Copa del Rey que lucha por meterse en puestos de Champions League.