Osasuna no cerró la temporada de la manera más feliz prevista y cayó derrotado por el Mallorca, un equipo necesitado y con mayor tensión, que se mostró acertado en el segundo tiempo para llevarse los tres puntos y sellar su permanencia en Primera División. El equipo de Arrasate perseguía un triunfo para poner el broche ideal a una temporada notable, honrar con una victoria al capitán el día de su retirada como rojillo y sostener la novena plaza, un puesto más que destacado para los rojillos. Los planes no salieron porque el Mallorca fue certero en un par de ocasiones y supo gestionar su necesidad y ansias para ganar. Sergio Herrera, el mejor del partido, incluso impidió que la victoria balear fuera abultada y se tornara también excesiva. Fuera de cualquier listado inicial de las buenas intenciones de Arrasate y los suyos.

El último partido del campeonato no fue un encuentro al uso porque sin la presión competitiva repartida a cuotas iguales entre los contendientes, con carga sentimental mayor por el lado de los rojillos -más aún para los jugadores que se despedían-, la cita resultó más tensa que vistosa. Osasuna jugó sin ataduras y estuvo cerca de sentenciar en la primera parte. Pero cuando el encuentro se puso cuesta arriba y el Mallorca fue capaz de herir la portería, el manual de operaciones no resultó fluido y la determinación del visitante, que tenía motivos para dejar hasta el último aliento sobre el césped, hizo el resto.

Osasuna se despide del campeonato liguero como un equipo con las ideas claras, con varios registros para jugar con los que se siente cómodo a partir del conocimiento del entrenador, siendo el mejor de los conjuntos de su Liga -una decena de rivales- y un poco más cerca de los de la zona alta. Solo un nuevo bache de resultados durante una decena de jornadas y la pérdida de pegada en El Sadar -recuperar el poderío como local es tarea para el próximo curso-, han impedido la pelea hasta el final por un premio deportivo mayor.

Había que ser cuidadoso en la alineación para este encuentro especial, con emotividad en las filas propias y taquicardia en las del rival -y en las de los otros implicados en la lucha del descenso-, y Arrasate hiló fino. El once ante el Mallorca fue competitivo, con un núcleo duro de titulares habituales, pero en él tuvieron sitio también varios de los jugadores que se despedían. Oier, el capitán que dijo adiós con una espectacular marca de encuentros oficiales de rojillo (356), estuvo por supuesto el último día metido en el guión, es decir, como él mismo se definió hace unos días, cumplidor. Y cumplir a cada jornada no es una tarea fácil ni pinta de gris una trayectoria. Oier se mantuvo en su papel, trabajó y colaboró desde el centro del campo y, como siempre, tuvo un amplio radio de acción de un área a otra. La marca de la casa, hasta el final.

La realidad es que Osasuna estuvo a punto de dejar sin milagro al Mallorca en la primera parte. Una ocasión de Darko y dos del inagotable Budimir, ayer sin nostalgias de su exequipo, pusieron al equipo mallorquín contra las cuerdas. El manual de Aguirre fue claro: para ganar después lo primero que hay que hacer es no perder, y por eso el Mallorca fue un equipo recatado. Quizás también nervioso, con una sola aparición peligrosa por el área de Sergio Herrera con un lanzamiento de falta de Salva Sevilla.

El que debía cambiar el guion del partido debía ser el Mallorca y así lo hizo tras el regreso de los vestuarios. Ángel Rodríguez y Muriqi se fabricaron una buena pared que terminó culminando el primero en gol a los dos minutos. A Osasuna, laborioso pero plano, le empezó a incomodar el partido porque la intensidad balear parecía mayor. Budimir firmó un taconazo de filigrana como susto principal para sus excompañeros. El partido estuvo desde entonces enredado. Dani Rodríguez casi marca el segundo, pero Herrera anduvo atento, y aunque también estuvo avispado en una estirada ante Abdón, nada pudo hacer frente al remate de Grenier. Y fue el final. Feliz allí. l

4

Equipo con contadas concesiones a las emociones. Mejor en la primera parte que en la segunda. Poco peligroso.

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Buen segundo tiempo en el que, además de lograr dos buenos goles, supo aplicarse en la defensa.

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A pesar de ser un encuentro tenso, no hubo acciones polémicas ni tampoco excesivas faltas. Sin Más.

Vuelta al ruedo de Oier en El Sadar

Vuelta al ruedo de Oier en El Sadar

Ficha técnica

0 - Osasuna: Osasuna: Sergio Herrera; Ramalho (Areso, m. 75), Unai García,David García, Cote (Íñigo Pérez, m. 75); Oier (Roberto Torres, m. 72), Lucas Torró, Darko; Chimy Ávila (Kike García, m. 63), Budimir, Rubén García (Kike Barja, m. 63).

2 - Mallorca: Reina; Maffeo, Valjent, Raillo, Oliva; Sánchez (Grenier, m. 72), Sevilla (Dani Rodríguez, m. 65), Battaglia, Costa (Russo, m. 83); Muriqi, Ángel (Abdón, m. 65).

Goles: Ángel 0-1 (m. 47), Grenier 0-2 (m. 83).

Árbitro: César Soto Grado (Comité riojano), asistido por De Francisco Grijalba y Álvarez Fernández. El colegiado gallego mostró amarilla a Darko y Unai García por parte de Osasuna. A Reina y Maffeo por parte visitante.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo octava jornada de LaLiga Santander disputado en el El Sadar ante 18.717 espectadores.