barcelona - El asesor fiscal del expresidente Jordi Pujol, Juan Antón Sánchez Carreté, se negó ayer a declarar en la comisión de investigación del Parlament escudándose en el secreto profesional, mientras que el exsuegro de Jordi Pujol Ferrusola, Ramon Gironès, también declinó responder porque está imputado.
En “una tarde de silencios”, como la calificó uno de los diputados, las comparecencias en la comisión de investigación del fraude fiscal se convirtieron en un carrusel de preguntas de los diputados sin respuestas. Sánchez Carreté sólo habló al principio y al final de la comparecencia, cuando subrayó que había sido citado “única y exclusivamente en calidad de asesor fiscal” de Jordi Pujol padre y, como tal, se aplica la “norma de reserva y sigilo”.
Por su parte, Gironès, padre de la exmujer de Jordi Pujol Ferrusola, declinó declarar aludiendo que está imputado por la Audiencia Nacional. Gironès admitió ante el juez que pidió un 3 % por intermediar en una operación urbanística en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) en 2005. - Efe