madrid - “La fundadora y líder de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) durante casi toda su trayectoria, Rosa Díez, anunció ayer su baja de la formación en coherencia con su convicción de que el partido debería disolverse para, “cuando lleguen nuevos tiempos, reivindicar y alumbrar un nuevo proyecto”. También anunció que deja las filas del partido magenta el candidato el pasado 20 de diciembre, Andrés Herzog, y el número dos del grupo parlamentario en la pasada legislatura, Carlos Martínez Gorriarán. Los tres explicaron que toman esta decisión tras no haber conseguido forzar la celebración de un Congreso de disolución, para el que el reglamento de la formación exige la firma de dos tercios de sus militantes.

“En mi opinión debemos asumir y respetar el veredicto de los ciudadanos y actuar de forma consecuente para preservar nuestro proyecto y todo lo bueno que contiene la trayectoria política de UPyD evitando una más que inexorable y dolorosa deriva”, argumentó Díez en Twitter.

La que fuera diputada de UPyD en el Congreso durante dos legislaturas explicó, UPyD nació en 2007 para “defender el Estado y provocar cambios políticos radicales desde dentro de las instituciones”, algo que cree que consiguió durante su trayectoria, además de demostrar que era posible “hacer política de otra manera”. Este objetivo considera que se consiguió cumplir mientras UPyD tuvo presencia institucional, pero ahora ya no es posible como consecuencia de los malos resultados en las últimas citas electorales, dejando a la formación con escasa representación municipal, fuera de todos los parlamentos autonómicos excepto el vasco y sin parlamentarios en las Cortes Generales.

batalla interna Díez aseguró que entiende a quienes quieren perseverar en la contienda electoral, pero alegó que cualquier oportunidad para seguir defendiendo las ideas de UPyD exige “darle un nuevo alumbramiento tras dar un final digno” al partido. A su juicio, ésta es la única manera de hacer renacer el proyecto en un futuro. En este punto, asumió que le hubiera gustado que el debate se produjera en un Congreso de disolución, pero no ha sido posible, por lo que renunció a “librar ninguna batalla” interna. “Por eso, porque quiero ser coherente y hacer lo que me dicta mi conciencia, la única opción que me queda es darme de baja en nuestro partido”, sentenció.

Díez anunció que dejaría las riendas de UPyD después de las elecciones autonómicas y municipales de mayo del año pasado. En julio se celebró un Congreso extraordinario en el que pasó el liderazgo a su delfín, el abogado Andrés Herzog, quien se situó al frente del partido ganando en primarias a la entonces diputada magenta Irene Lozano, ahora parlamentaria por el PSOE.

Sin embargo, Herzog no consiguió remontar la trayectoria de descenso de UPyD en las últimas citas electorales y en los comicios del pasado 20 de diciembre no logró obtener representación en las Cortes Generales, quedándose con un 0,61% del voto estatal. Esto le llevó a anunciar el pasado mes su dimisión al frente del partido para dar paso a una comisión gestora encabezada por el diputado en el Parlamento vasco, Gorka Maneiro. Este lunes, Herzog anunció también su baja como militante, consciente de que la “marca” de UPyD está “quemada” y el partido ha perdido la capacidad para “influir y de servir de catalizador para los cambios que España necesita”. Herzog coincidió con Díez en que ésta es la única manera de preservar el espíritu y legado de UPyD si algún surge la oportunidad de retomarlo, alejando el “riesgo” de que acabe “en manos de personas que no la merezcan” y con un proceso de “deterioro” similar al de otros proyectos políticos “en declive”.

Martínez Gorriarán anunció su baja de la formación por los mismos motivos argumentados por Rosa Díez. A su juicio, “un partido político institucional, como siempre ha querido ser UPyD, no tiene sentido como partido extraparlamentario, testimonial”.

El que fuera diputado magenta la pasada legislatura cree que “hay que tener valor para empezar y valor para terminar”, por lo que, igual que hace ocho años emprendieron el reto de fundar el partido, ahora deben “encarar la realidad y tomar la decisión más realista y honesta”, que a su juicio “debería haber sido debatir en un Congreso ad hoc una disolución voluntaria y ordenada”. Pese a todo, se despidió defendiendo la necesidad de las ideas que promueve UPyD y sostuvo que “ha sido el primer partido expulsado del voto y de las instituciones no por sus errores, sino por sus aciertos”. - E.P.

Jorge valencia pide la continuidad

Discrepancia. El dirigente y portavoz de UPyD en Navarra, Jorge Valencia, aseguró ayer que el partido debe continuar existiendo. Aunque admitió que las últimas elecciones han dejado una situación complicada para su partido, que ha perdido la presentación en las Cortes y ha visto muy reducida la municipal, defendió que “dar otra oportunidad a los españoles ante el panorama político actual”. “UPyD tiene que seguir para defender, por ejemplo, la igualdad entre los españoles sin privilegios fiscales” y “a las víctimas del terrorismo sin blanquear el pasado de ETA”, o para denunciar que “los partidos emergentes se comportan como los viejos”, argumentó.