Isaba. Los pueblos del Pirineo navarro recuperan poco a poco la normalidad después de la fuerte nevada registrada el martes, que en algunos puntos llegó a aportar medio metro de nieve nueva y que sumada a la ya acumulada con anterioridad supuso una capa de más de un metro.
Aunque la labor de las máquinas quitanieves ha sido constante esta semana, la carretera que une Navarra y Francia a través del puerto de Belagua continúa cerrada a causa de la nieve acumulada, los árboles caídos y el elevado riesgo de aludes que impide a los efectivos despejar la zona hasta que un nivólogo levante la prohibición.
La vía que transcurre por el valle del Roncal hasta la zona norte de los Pirineos está completamente despejada hasta las pistas de Mata de Haya, donde la campaña de esquí escolar desarrolla su actividad. A partir de ese punto está prohibido el tráfico rodado y a poco más de 500 metros, a la altura de la Venta de Juan Pito, la barrera de nieve impide el paso hasta que los quitanieves puedan volver a trabajar en la zona. La situación puede que cambie a lo largo del día de hoy, ya que el nivólogo Dominic Font acudirá a la zona para determinar si se mantiene el elevado riesgo de aludes o, por el contrario, el peligro ha pasado y el camino hasta las pistas de esquí de El Ferial queda despejado.
"Hasta aquí se ha podido llegar porque como les damos de comer a los quitanieves, nos habilitan la carretera, aunque con mucha dificultad. Todo lo que hay delante de la puerta lo hemos tenido que quitar a pala, casi un metro, ya que las máquinas no se pueden acercar tanto", señaló ayer a mediodía Julián Gabás, que regenta la Venta de Juan Pito. La cantidad de nieve acumulada, que llegó a "un metro y cinco centímetros el martes", fue disminuyendo a lo largo del día de ayer fruto al buen tiempo y de las lluvias del miércoles. "Mañana -por hoy- a ver por dónde tira el tiempo, porque unos dicen que va a llover y otros que va a nevar...", comentó preocupado Gabás.
Disparidad de opiniones La labor de los operarios encargados de despejar el camino fue constante durante toda la jornada de ayer, ya que media docena de árboles ocupaba el tramo entre Mata de Haya y la Venta de Juan Pito. Tras retirar los troncos caídos por el peso de la nieve y cortar las ramas más peligrosas, una turbina de nieve accedió hasta el antiguo refugio de los militares para despejar la zona. "Estaba anunciado pero nadie se lo quería creer. Era nieve muy pesada, por eso han venido los hundimientos de corrales y de árboles", relató el encargado de la venta.
Los vecinos del valle del Roncal, que sufrieron molestias debido a los cortes en el suministro eléctrico el martes (al igual que los municipios del valle de Aezkoa), pudieron desplazarse sin problemas por la zona debido a la "rápida actuación de los quitanieves", indicó el panadero de Burgui. No obstante, los ayuntamientos de esa localidad y de Vidángoz mostraron el miércoles su "malestar" por la "no actuación" de las máquinas del Gobierno foral en el tramo de la NA-2130 que une ambos municipios, y el de la NA-137 que conecta Burgui con Roncal.
Los accesos a las pistas de El Ferial se encuentran cerrados y la valoración del nivólogo será clave de cara al fin de semana, cuando los esquiadores acudan a la montaña.