Los casos y los ingresos están descendiendo, ¿estamos ante el fin de esta séptima ola?

-Estamos en un momento en el que tenemos una circulación de covid-19 de intensidad media, pero vamos en una tendencia descendente, pese a la interacción social tan alta que tenemos. Una buena noticia es que la ocupación hospitalaria, después de varias semanas al alza, ha disminuido de manera importante.

¿Se ha superado el pico de la ola?

-Bueno, yo diría que después de varias semanas con una tendencia ascendente ahora estamos disminuyendo y eso nos da confianza, pero seguiremos vigilando muy estrechamente, tal y como hemos hecho hasta ahora.

Esta ola, que llega cuando no hay restricciones, ha tenido un impacto muy bajo en los hospitales. ¿Qué ha cambiado en estos meses?

-Hay dos factores importantes: la vacuna y la inmunización natural de la población. La sexta ola que tuvimos, con ómicron, afectó a muchísima gente y el nivel de incidencia alcanzado fue altísimo, por lo que la inmunidad natural frente a la infección es alta; y, además, hemos recogido los frutos de la vacunación, que ha alcanzado unos porcentajes muy buenos. Porque aunque en las personas mas jóvenes hay menos cobertura, en las mayores, las más vulnerables, la vacuna ha alcanzado porcentajes muy altos. Esos dos factores, inmunidad por haber pasado la enfermedad y vacunas, hacen que las infecciones se den de manera más leve.

¿Cómo espera que sea el verano?

-Como llevamos más de dos años con esta pandemia, lo que hemos aprendido es que debemos monitorizar de manera continua la situación. Ahora damos paso al verano, donde los virus respiratorios circulan menos y la gente hace más vida en exteriores, lo cual hace que la transmisión sea menor. Sin embargo, no podemos olvidar que estamos en situación de pandemia, en niveles más bajos y asumibles para el sistema sanitario, pero en pandemia. Entonces debemos de hacer hincapié en las personas vulnerables y en los crónicos, que tienen más susceptibilidad de tener complicaciones. Sobre todo con las personas mayores, que ahora estamos viendo una tasa de infección muy alta en este sector.

¿Está habiendo ahora más casos que antes en personas mayores?

-Sí, también porque son ellos los que ahora están en el foco de la vigilancia, pero estamos detectando muchos casos. De hecho, las personas vulnerables son las que están ingresando, porque al final también son las que tienen más enfermedades crónicas y su riesgo de complicaciones es más alto que en los demás.

Le preocupa esto de cara a los Sanfermines, las fiestas de los pueblos, etc.

-Sí, claro que preocupa en este sentido. Los Sanfermines van a ser de mucha interacción y también las fiestas de los pueblos y el verano en general. Todos tenemos ganas de disfrutar sin más trabas pero hay que cuidar a los vulnerables. Yo haría un llamamiento a que estas personas siguieran manteniendo medidas en interiores y aglomeraciones; también los jóvenes cuando están con ellas. Otro elemento importante es que aunque no esté indicada la prueba para los jóvenes, sí que es recomendable que mantengan medidas preventivas si tienen sínotomas: llevar mascarilla durante 10 días, disminuir las interacciones sociales y tener cuidado con los vulnerables.

Y el otoño, ¿preocupa?

-El otoño-inverno vuelve a ser otra época de mayor transmisión de virus respiratorios -lo que tradicionalmente sucede con la gripe- y es muy probable que este año vuelva a haber una circulación aumentada de coronavirus y de otros virus respiratorios.

La vacunación se va a pasar de Forem a los centros de salud, ¿no?

-Efctivamente la vacunación pasa a Atención Primaria. Es necesario que toda la poblaciones que tiene que completar su dosis de recuerdo lo pueda hacer ya en su centro de salud. ¿Qué pasará después en otoño? Tendremos que verlo y sobre todo desde la Gerencia de Atención Primaria se valorará cómo ha funcionado el verano y cuál es la mejor organización de cara al otoño.