La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha estimado el recurso interpuesto por el Ministerio Fiscal y ha condenado a 10 meses de prisión y multa de 3.000 euros a dos mujeres que insultaron y denigraron a una pareja homosexual en un asador de Cizur Menor, en las Navidades de 2021, como autoras de un delito relativo a los derechos fundamentales y libertades públicas. Por otro lado, mantiene el pago de una indemnización de 3.000 euros por los daños y perjuicios causados a una de las víctimas.

El Juzgado de lo Penal número 3 de Pamplona condenó en octubre de 2022 a las dos procesadas al pago de sendas multas de 2.100 euros y 1.650 euros por un delito de injurias, al no apreciar que los hechos fuesen constitutivos de un delito de odio. El Ministerio Fiscal recurrió la sentencia al sostener que se trataba de un delito relativo a los derechos fundamentales y libertades públicas.

Según los hechos declarados probados, el 6 de enero de 2021, las dos acusadas, de origen ucraniano y paraguayo, se encontraban comiendo en un asador de Cizur Menor. Hacia las 15.30 horas, dos varones se sentaron en la mesa contigua a la de las acusadas.

En un momento dado, uno de los hombres se levantó a dar un beso al otro, y una de las acusada dijo: “Mira esos dos cómo se besan, son maricones”. Los dos varones hicieron caso omiso al comentario y continuaron comiendo.

La actitud de las encausadas era de “molestia y alboroto continuo, alterando el ambiente del comedor, gritaban y cantaban”, recoge la sentencia, por lo que uno de los varones se giró y pidió a las acusadas que se callaran, a lo que la encausada de origen ucraniano le respondió que “si no puedes oír, te jodes, gordo de mierda; perdona gordo de mierda, maricón tenías que ser y español tenías que ser” y “si eres un infeliz no es nuestra culpa, gordo”.

Lejos de poner fin a esta actitud, minutos después, la misma acusada se levantó, acompañada por la otra, que se quedó un poco más atrás y se acercó a la mesa y comenzó a gritar y hacer aspavientos en medio del restaurante que estaba lleno de gente, y comenzó a decir “me va a mandar a mi callar unos maricones de mierda, encima españoles tenían que ser”.

Acto seguido, con ánimo de denigrar nuevamente, se aproximó al mismo varón al que se había dirigido con anterioridad, sin respetar distancia alguna a pesar de la situación sanitaria por la pandemia de Covid y coreada por su compañera le dijo, “maricón, gordo, gilipollas”.

Debido a que personal del establecimiento solicitó a las acusadas que se comportaran y cesaran de insultar e increpar al comensal, Eulalia dijo a éste último “no tengo culpa de que seáis homosexuales y no siento que tenga que pediros disculpas por ello

Este incidente duró 15 minutos y los reiterados insultos y calificaciones discriminatorias “supuso un grave atentado a la dignidad del hombre, provocando que él rompiera a llorar en público y que tuviera que personarse la Policía Foral”, señala la resolución judicial.