El ajo es uno de los ingredientes más usados en las cocinas españolas y uno de los que más propiedades tiene. Lleva años utilizándose como condimento y con fines terapeúticos. ¿Pero es tan bueno como se cree?, ¿realmente tiene tantas propiedades curativas?

Según los expertos de Nutritienda.com, el ajo contiene aminoácidos esenciales, vitaminas, enzimas, lípidos, sales minerales y muchos componentes activos que hacen que sea uno de los alimentos con más propiedades curativas.

La gran mayoría se deben a la alicina que contiene azufre (que le da su olor y su sabor característicos), vitamina B6, yodo, fósforo, manganeso, selenio, potasio y vitamina C.

El ajo procede de Oriente Medio y sus primeras referencias con fines terapéuticos se sitúan en el Antiguo Egipto: le otorgaban poderes mágicos, lo ponían en las tumbas para alejar a los espíritus y lo comían para evitar enfermedades como el tifus y el cólera.

En la época Romana empezó a cultivarse y a lo largo de la historia ha tenido fuertes detractores como Isabel la Católica (lo prohibió en la Corte), Alfonso de Castilla (no dejaba acercarse a quien lo hubiera consumido) o más recientemente la ex Spice Girl Victoria Beckham quien se hizo viral con su ya famosa frase "España huele a ajo".

La planta del ajo tiene una cabeza con ocho o diez bulbos llamados dientes, crece bajo tierra y existen más de 500 variantes, pero las más consumidas son el ajo blanco, el morado y poco a poco se está poniendo muy de moda el uso del ajo negro, que es un ajo blanco fermentado de forma natural. El ajo negro contiene entre cinco y siete veces más de polifenoles, por lo que se le puede considerar hasta diez veces más antioxidante que el ajo blanco, mejorando así el sistema inmunológico.

Se recomienda tomar el ajo crudo, ya que al cocinarse pierde muchas propiedades, y si puede ser en ayunas, mejor, ya que mejora el metabolismo. Hay que tener en cuenta que el ajo crudo repite más que cocinado, por lo que una buena opción es cortarlo por la mitad en vertical, retirarle el germen, que es el brote que llevan en su interior, y tragarlo con un poco de agua. En el mercado también existen multitud de complementos alimenticios a base de ajo en formato cápsulas, mucho más sencillos de tomar.

Las seis propiedades más destacables del ajo

1. Propiedades antibacterianas y antisépticas. En 1858 Pasteur informó de las propiedades antibacterianas del ajo debido a la alicina que contiene. En la primera Guerra Mundial el ajo fue usado como antiséptico, para la desinfección de las heridas cuando faltaban las medicinas.

2. Propiedades antibióticas. El ajo es un gran antibiótico natural, ayuda en los resfriados y catarros, y es usado desde la antigüedad por todas las culturas para fines terapéuticos.

3. Antioxidante. El ajo posee ingredientes activos como los fenoles y las saponinas con propiedades antioxidantes que contribuyen a inhibir la formación de radicales libres y aumentan las enzimas antioxidantes celulares. También tiene propiedades hepatoprotectoras que protegen al hígado bloqueando la entrada de sustancias nocivas y mejorando su funcionamiento.

4. Mejora la presión arterial y el correcto funcionamiento muscular. El ajo aporta más potasio que el plátano. El potasio es un mineral esencial que contribuye al mantenimiento de la presión arterial en niveles normales y contribuye a un correcto funcionamiento muscular.

5. Reduce el colesterol malo. El colesterol malo (LDL) es capaz de obstruir las paredes de nuestras arterias y el ajo ha sido estudiado por su posible capacidad para reducir el colesterol. Junto a una dieta llena de otras hortalizas y frutas, es necesario para mantener una buena salud cardiovascular.

6. Otras propiedades nutricionales. Aunque la mayoría de propiedades del ajo se deben a sus componentes sulfurados, también es fuente de otros micronutrientes esenciales para nuestro organismo. Entre ellos, destaca el yodo, un mineral que contribuye a que el tiroides funcione correctamente y a la producción normal de hormonas tiroideas, que están involucradas en regular las reacciones metabólicas. También destaca su contenido en fósforo que contribuye al metabolismo energético. Y, en cuanto a vitaminas, es fuente de vitamina B6, una vitamina que ayuda a regular la actividad hormonal.

Por todo ello, el ajo, además de ser un alimento muy típico de la cocina española y de dar un toque especial a los guisos, es recomendable por sus innumerables propiedades y sus enormes beneficios para la salud.