Los coches están muy fríos durante el invierno, sobre todo a primera hora de la mañana. Hasta que la calefacción calienta el vehículo puede pasar un rato. Es por ello que muchos conductores no se quitan el abrigo para los trayectos cortos. Sin embargo, se corren dos peligros: uno de seguridad vial y otro de ser multado por un agente de policía.

La Ley de Tráfico no especifica que no podamos coger el coche con abrigo, pero sí dice que debemos hacerlo de manera que ninguna prenda de vestir reduzca nuestra libertad de movimientos, algo que pueden llegar a hacer las prendas más gordas, dificultando loa giros o causando sofocos por el calor.

Otra razón es que los cinturones de seguridad no se ajustan correctamente al cuerpo y pueden no ser eficientes en caso de accidente o colisión.

Hasta 200 euros de multa

De esta manera, si un agente de tráfico detecta que estamos conduciendo llevando puestas prendas de vestir que nos impidan la conducción segura, puede sancionarnos con hasta 200 euros de multa, pero no podrá quitarnos puntos del carnet.

No obstante, eso no significa que no podamos conducir con abrigo, sino que será el juicio del agente el que determine si vamos o no seguros al volante.

Es necesario recordar que la temperatura adecuada en el vehículo suelen ser unos 22 grados, para evitar la somnolencia resultante de una temperatura demasiado elevada.