La vida es una invitación al cambio, una llamada permanente a mejorar, evolucionar y perfeccionarse. Y con los automóviles ocurre lo mismo: nada es lo suficientemente bueno como para durar eternamente sin recibir los oportunos cambios y modificaciones antes o después. En Kia son perfectamente conscientes de ello, y por tal motivo lanzan al mercado la actualización de su modelo más emblemático y popular, el Ceed, que representa el 28% de su cuota de mercado en Europa. Sin duda, un registro ciertamente exitoso para un vehículo que fue el primer automóvil de Kia diseñado y producido en el Viejo Continente y desarrollado con el propósito de satisfacer los gustos de los compradores europeos.
Guapo, fuerte y formal, es el paradigma de lo que debe ser un turismo compacto, pero para nada uniforme, ni monótono y mucho menos aburrido. De hecho, el gran acierto del Ceed está en la variedad, en ofrecer una versión adecuada a cada necesidad y gusto, tanto para quienes demandan un compacto de cinco puertas, como para quienes reclaman un familiar práctico y dinámico (Ceed Tourer), o se dejan seducir por el estilo y carácter deportivo del ProCeed con su parte trasera en caída como si de un cupé se tratase. Si tuviese que elegir un Kia para mi uso personal, sin duda que me quedaría con el Ceed en mi caso el de cinco puertas-, ya que es un coche que, sin deslumbrar ni impresionar, es capaz de hacerlo todo a la perfección; el aliado ideal para eso que denominamos movilidad.
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Ya en su tercera generación, el Ceed progresa en diseño, motorizaciones, eficiencia, seguridad, asistencias, placer de conducción, comodidad, conectividad y equipamiento. Luciendo el nuevo logotipo de la marca, la evolución estética se aprecia en un frontal totalmente renovado, más elegante y deportivo, al que se suman las modificaciones de talante más deportivo en la zaga, una nueva gama de llantas de aleación (de 16, 17 y 18 pulgadas de diámetro), así como trece colores de carrocería (cuatro nuevos) e interiores renovados. Bajo la filosofía del "movimiento que inspira", el último Ceed apuesta por la personalización dotando a cada variante (acabados de entrada, PHEV, GT-line o GT) de aspectos diferenciadores, así como por la seguridad de su moderna iluminación led con luces diurnas y hasta intermitentes posteriores de funcionamiento secuencial. Por dentro, los progresos se aprecian en un habitáculo que Kia destaca por "una elegante decoración interior, sofisticados colores relajantes, texturas agradables al tacto y una disposición concebida para que todos los ocupantes se sientan cómodos". Los asientos, disponibles en nueve acabados de tapicería, cuatro nuevos; el cuadro de instrumentos digital de 31 centímetros junto a una pantalla central (infoentretenimiento, navegación y conectividad telemática con indicaciones por voz) de 26 cm, la apertura y cierre mediante la llave inteligente (Smart Key), el arranque a botón, la butaca del conductor con reglaje eléctrico con memoria de dos configuraciones, el plegado de los asientos traseros en los familiares con sólo apretar un botón, el portón trasero inteligente o los asientos delanteros calefactados y ventilados y los traseros calefactados son buenos ejemplos de un automóvil cuidado hasta en el más mínimo detalle.
Las ayudas a la conducción terminan de configurar un panorama irreprochable, con mecanismos como el asistente de ángulo muerto activo que interviene para evitar colisiones, el detector de fatiga que además avisa de cuándo comienza la marcha el vehículo que nos precede, el asistente de prevención de choques frontales que detecta coches, peatones y ahora también ciclistas; los asistentes de límite de velocidad y de luces de carretera, el de mantenimiento de carril y el de seguimiento de carril independiente del control de crucero para los modelos con cambio manual, el de advertencia de salida segura tras aparcar y el de prevención de colisiones por tráfico cruzado trasero ahora con detección e intervención si advierte que un vehículo se acerca por la derecha o la izquierda.
Por lo que respecta al capítulo mecánico, Kia sigue ofreciendo una extensa y completa gama de motorizaciones con potencias que van de 100 a 204 CV, con gasolina y diésel con baja hibridación e híbridos enchufables (PHEV), todos con tracción delantera y cajas de cambios manuales de seis velocidades y cambios automáticos DCT de doble embrague y seis o siete marchas. Los gasolina cuentan con propulsores de tres y cuatro cilindros, potencias de 100 y 120 CV los 1.0 T-GDi de tres cilindros y de 160 CV en el novedoso y estimulante 1.5 T-GDi, que reemplaza al excelente 1,4 litros anterior. Como tope de gama, el 1.6 T-GDi nos regala 204 CV y hasta 225 km/h de velocidad punta. El diésel disponible es un 1.6 MHEV de 136 CV y hasta 320 Nm. Por su parte, el eficiente PHEV emplea el motor 1.6 GDi y un eléctrico con los que logra 141 CV y una autonomía en modo exclusivamente eléctrico de hasta 50 kilómetros.
El colofón a todo este despliegue lo pone una competitiva oferta de precios, con tarifas que se mueven entre 14.300 y 31.476 euros, con el gasolina 1.5 T-GDi de 160 CV desde 22.514 euros, los diésel a partir de 19.260 euros y el deportivo 1.6 T-GDi GT DCT de 204 CV desde 27.000
