Esta medida, propuesta por diversas organizaciones de Seguridad Vial y para el Desarrollo de la Movilidad Eléctrica, no es nueva; ya existe en otros países de Europa, y su implantación en el Estado supondría una modificación del Reglamento General de Conductores.

Hay que recordar que ya existe un permiso llamado A-M, que es un carnet de conducir que habilita a las personas con más de 15 años para la conducción de ciclomotores de dos o tres ruedas y cuatriciclos ligeros, que en ninguno de los casos superen los 50 centímetros cúbicos, los 45 km/h de velocidad, ni los 425 kilos de peso.

El carnet B1 es una categoría de permiso de conducción contemplada en la Directiva Europea 2006/126/CE. Son requisitos para obtenerlo: en el caso del permiso A1 para motocicletas de hasta 125 cc, la normativa exige a los aspirantes tener un mínimo de 16 años y pasar una serie de pruebas, como aprobar el test psicotécnico, un examen teórico general (el mismo que el del carnet de coche), otro específico de moto, un examen en circuito cerrado con una parte de equilibrio y otro de velocidad, y otro de circulación.

Para el B1, con el mismo requisito de la edad, la directiva europea que lo regula no distingue entre la formación teórica del B y del B1, y deja al criterio de cada país el contenido del examen práctico, pero sí que debería ser adaptado y específico a cada tipo de vehículo, y aquí la Dirección General de Tráfico deberá implantar una regulación.

¿Y qué es exactamente el permiso B1? Se trata de un carné que estaría a caballo entre el que permite usar un cuadriciclo ligero, los tradicionales microcoches que no pueden pasar de los 45 km/h, y el B que es necesario para un turismo convencional. Legalmente, el permiso B1 da acceso a los cuadriciclos pesados.

La velocidad de estos vehículos -que deben estar matriculados- está limitada a un máximo de 90 km/h., y aunque no cuentan con la seguridad de un coche convencional (no se les exige llevar ABS o airbags, por ejemplo), sí disponen de una importante ventaja que no tienen los cuadriciclos: una estructura reforzada que protege en caso de vuelco o colisión.

Hay que analizar los beneficios de esta medida. Este permiso ya ha sido adoptado y probado con éxito por algunos países como Portugal, Italia, Francia y Reino Unido, y la nueva habilitación para conducir daría la posibilidad de un primer acceso a la movilidad eléctrica a cerca de un millón de personas cada año.

Una de las principales ventajas de la implantación del B1 a corto plazo sería el incremento de la seguridad en los desplazamientos, puesto que este permiso permitiría un acceso racional y escalonado a la conducción de automóviles, y una alternativa de movilidad más segura a los medios de transporte tradicionales.

Además, el B1 contribuiría a mitigar el cambio climático, ya que la mayoría de los cuatriciclos pesados son eléctricos, por lo que cumplen los estándares de emisiones europeos y ayudan a lograr los objetivos del Acuerdo de París.

Este permiso tiene el objetivo de facilitar el acceso escalonado a la movilidad eléctrica a los jóvenes: llegará a un público que el día de mañana formará parte del tráfico y habrá podido superar las barreras del desconocimiento actuales en torno al vehículo eléctrico, haciendo de este un público sensibilizado con una conducción eficiente y segura.

La medida favorecerá también el desarrollo industrial basado en esta tipología de vehículos por parte de empresas estatales que buscan desarrollar factorías para producirlos en nuestro país, fomentando la competitividad.

Aunque de momento la DGT ha dejado la puerta abierta al carnet B1, ha recalcado que esta decisión se tomará "a medio o a largo plazo", ya que para su implantación se requiere de una modificación del Reglamento de Conductores.

La pregunta es: ¿es seguro que un joven de 16 años se ponga a los mandos de un pequeño vehículo de cuatro ruedas capaz de alcanzar los 90 km/h? Todo dependerá de la formación que reciba. De hecho, ya existe actualmente el carné A-1 para motocicletas de hasta 125 cc y 20 CV de potencia, que corren bastante más y que en cambio no disponen de una carrocería que proteja en caso de accidente.

Así que, a priori, no debería haber inconvenientes en ese sentido para que se introdujese el llamado permiso B1, que ya ha sido adoptado y probado con éxito en países próximos como los citados anteriormente.