La comodidad y el ahorro de tiempo en los desplazamientos diarios, su maniobrabilidad, la facilidad para aparcar, su menor contaminación y el coste de compra y mantenimiento más bajo está haciendo que mucha gente se decante en los últimos meses por las motos este medio de transporte.

En 2021 se matricularon un total de 193.324 motos nuevas, lo que supone un 5% más respecto a los datos del año pasado. Pese a ello, no se ha llegado a las cifras tan buenas que tenía el sector antes de la pandemia.

La decisión de comprar una moto nueva siempre es complicada y la principal duda es, cuál comprar, algo que en gran medida dependerá del uso que le vayamos a dar, de nuestro presupuesto o del carné que tengamos. Estos son algunos consejos que recoge AMV para que compres la que mejor se adapte a tus necesidades.

Decide para qué la vas a utilizar. Es importante si va a ser para circular en ciudad y carretera, solo en ciudad, si preferimos una clásica o una deportiva. No es lo mismo un scooter solo para ir a trabajar a un lugar cercano, que una naked con la que queramos devorar kilómetros durante los fines de semana.

Elabora un presupuesto. Por lo que respecta al precio, hay que estudiar las ofertas de los fabricantes y las fórmulas de financiación que nos proponen en los puntos de venta.

Compara modelos. Cuando tengas claro el uso lo mejor es hacer una lista con los modelos que más te gustan y analizar sus características principales, los accesorios, precios, opiniones. Una opción muy recomendable es elegir un modelo de años anteriores que no hayan cambiado mucho con respecto al actual, el ahorro de precio puede ser muy considerable.

Asegúrate que tienes carnet para conducirla. Parece algo obvio, pero no sería la primera vez que alguien se compra una moto para la que no tiene carnet. La ley nos permite comprar una moto sin tener carnet para conducirla pero en ningún caso podremos circular con ella sin el permiso correspondiente.

Elige el concesionario adecuado. No está de más elegir varios que cumplan con nuestras expectativas y negociar con ellos la mejor oferta, o los extras que nos puedan incluir, eso sí, que siempre nos den un presupuesto por escrito.

Prueba la moto. En el concesionario debemos subirnos a ella y comprobar que apoyamos bien los pies en el suelo. Observar si el puesto de conducción es ergonómico, si los mandos se accionan de manera sencilla e intuitiva y preguntarle al vendedor todo aquello que nos pueda resultar de interés: consumo, mantenimiento, consejos para sacarle el mayor partido a la moto... Y si estamos interesados, no podemos dejar de solicitar probar la moto.

Comprueba que la documentación esté en regla. Antes de estrenarla, es conveniente comprobar que nos entregan la factura de la compra, los papeles oficiales de la moto, que son la Tarjeta de Inspección Técnica de Vehículos del Ministerio de Industria, el permiso de circulación del Ministerio del Interior y la declaración de alta en el Impuesto sobre vehículos de tracción mecánica (IMVTM). También la garantía, con sus coberturas y el plazo de vigencia y el manual de usuario y el libro de revisiones.

Los accesorios. Valora la opción de puños calefactables para el invierno, manetas de freno, topes anticaída, cinta adhesiva para las llantas, un intercomunicador, bolsas sobredepósito y maletas laterales, etc. Un buen equipamiento es fundamental y en función de nuestro presupuesto podremos diferenciar entre equipamiento de invierno y de verano, una buena chaqueta que nos proteja adecuadamente, un pantalón de cordura con protecciones en las rodillas, espinillas y caderas. También son muy útiles unas gafas de sol polarizadas de policarbonato. Las botas son otro complemento fundamental para garantizar la seguridad y el confort.

La importancia del casco y el antirrobo. Un buen casco no solo forma parte del equipamiento, si no que es obligatorio su uso ,y aquí sí que merece la pena invertir dinero, ya que el 65 % de los impactos que un motorista sufre en una caída se producen en la zona del rostro, por lo que mejor llevarlo bien protegido. También es muy importante hacerte con un buen antirrobo, para evitarnos problemas y poder dejar la moto aparcada en la calle con mayor tranquilidad.