Alex Murdaugh, un abogado de Carolina del Sur, planeó su propio asesinato contratando a un criminal a sueldo entre su antigua clientela y fracasó a la hora de conseguir su objetivo: quitarse de en medio y ser enterrado.

Según explicó la policía de Carolina del Sur (EEUU), encargada de investigar el suceso, Murdaugh pidió a un antiguo cliente, Curtis Edward Smith, que le tirotease con el fin de que a su muerte el hijo menor de la voluntaria víctima cobrara el seguro de vida que tenía contratado por un valor de 10 millones de dólares (8,5 millones de euros).

El decepcionado planificador sabía el día, el 4 de septiembre, en que las balas debían salir a su encuentro en una zona aislada. Hasta que los proyectiles impactaron en su cabeza, el plan funcionó. Pero a partir de ahí, las cosas se torcieron. Smith apretó el gatillo según lo convenido, peor en un exceso de autoconfianza no esperó a ver el resultado real de su acción y abandonó la escena del crimen. Un ejemplo más de "yo creí que...".

Inesperadamente para los implicados, la supuesta victima pudo ser encontrada a tiempo y trasladada a un hospital, donde le salvaron la vida. Días después, tras la investigación policial, el propio Mudaugh confesó su plan, su frustrado plan. Días más tarde fue arrestado su cómplice.

Según explicó Dick Harpootlian, abogada de la víctima y autor intelectual del delito, Smith, su complice-agresor, le suministraba lo opioides que consumía. Será acusado asistencia al suicidio, agresión y fraude al seguro. "Admitió haber estado presente en el momento de los disparos y haber tirado luego el arma", según el acta de acusación.

Crónica negra familiar

También se ha sabido que Alex Murdaugh estaba acusado de malversación financiera por el bufete de abogados en el que trabajaba, por lo que se especula con la posibilidad de que planear su propio asesinato formara parte de un plan para eludir a la justicia y evitar que su hijo menor quedara económicamente desamparado.

Pero no todo es tan sencillo en esta historia y hay mucho que investigar. Unos meses antes de este suceso se descubrieron los cuerpos sin vida de la esposa, Maggie Murdaugh, y del hijo mayor de ambos, Paul, de 22 años. En la ciudad de Islandton, también en el esado de Carolina del Sur. De momento esta caso permanece en la carpeta de casos sin resolver.

Y aun hay más. En el año 2019, cuando Paul tenía 19 años se vio involucrado en un accidente náutico con el barco que patroneaba y en el murió una mujer de 19 años. Fue acusado de conducir la embarcación en estado de embriaguez, pero nunca se le juzgó por ello.

Son muchas las voces críticas que se han alzado tras esta cadena de sucesos sin explicar. Han recordado que tanto el padre, como el abuelo y el bisabuelo de Alex se sucedieron como fiscales a lo largo de 87 años. Se sospecha de una posible connivencia con las autoridades para pasar de largo en estos casos. El jefe de policia de Carolina del Sur, Mark Keel pidió paciencia y prometión "una investigación profesional, seria e imparcial".