La vida personal de esta mujer ha sido mucho más seguida que la profesional, y sigue siéndolo. Sus relaciones sentimentales han llenado portadas de las revistas del corazón y aperturas en los programas especialistas en amores y desamores. Hubo un tiempo en el que no había día en el que no se hablara de ella, sobre todo teniendo en cuenta que es cuñada de Coto Matamoros, tertuliano habitual allí donde le paguen y experto en rumores varios.

Se forjó en las pasarelas y comenzó en el mundo televisivo hace 30 años en Vip noche. Hasta hace 20 estuvo en el ojo del huracán día sí y día también. Objeto de deseo de muchos, vivió al filo de la navaja que da la fama por sus amoríos. Su vida personal tuvo también repercusión en su vida laboral. Por una parte, las cadenas la querían para explotar su popularidad y aumentar sus índices de audiencia. Ella jugó sus cartas y en lo económico no le fue mal del todo.

Hay que recordar que después de haber puesto un pie en un plató, lo mantuvo durante un tiempo. Bellezas en la nieve fue su segundo programa tras Vip noche, y de ahí pasó a la interpretación al lado de Lina Morgan en Compuesta y sin novio. Tras terminar esta serie se pasó a Canguros, en Antena 3. En el cine trabajó a las órdenes de Juan Antonio Bardem en Resultado final y de Mario Camus en La vuelta del Coyote. Su último trabajo se remonta a 2008, en la película Los años desnudos.

A principios de los 90 mantuvo una relación sentimental con Bertín Osborne. No llegó a buen puerto y tras dimes y diretes, en 1992 se casó con un aristócrata italiano, Carlo Costanzia di Costigliole, con el que tuvo a su primer hijo, Carlo. Todo acabó de forma explosiva y con un mar de acusaciones por ambas partes. Después del divorcio unió su vida al empresario Fernando Fernández Tapias, hasta que una amiga de ella, Nuria González, entró en la vida de él.

Pero quizá sus romances más escabrosos los mantuvo con Alessandro Lequio y con Cayetano Martínez de Irujo. Con este último sonaron campanas de boda, pero Lequio, celoso o vengativo, vere a saber, hizo públicas una fotos en las que ambos aparecían en la cama. Mar Flores quedó sola y a merced de los comentarios insidiosos.

Tras un tiempo en la que los medios se cebaron con ella contrajo matrimonio con Javier Merino, un viejo conocido. Duraron juntos quince años y tuvieron cuatro hijos. Después de este tiempo de tranquilidad, volvió al mercado de los rumores y se le han achacado varias relaciones, aunque ninguna parece haber fructificado. Ahora se dedica al diseño de bolsos, y en lo que se refiere al mundillo audiovisual está fuera de cámara, y parece que sin posibilidad de retorno.