El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha mostrado su satisfacción por el hecho de que el "el nombre orgánico del PNV está impoluto" tras el 'caso Miñano' y ha asegurado que es "absoluta y radicalmente mentira" la acusación de que existía una "corrupción estructural" en el partido.

En el marco de un encuentro organizado por el diario Deia para abordar las prioridades del lehendakari, se ha referido a este caso que ha concluido con la condena por corrupción de, entre otros, los exdirigentes del PNV alavés Alfredo De Miguel y Koldo Otxandiano.

Urkullu ha asegurado que "todo lo que se está diciendo con respecto a la acusación de una corrupción estructural -dicho en términos gruesos- del partido es absoluta y radicalmente mentira".

El lehendakari ha recordado que los hechos se conocieron en marzo del año 2010 y el 1 de abril, como presidente del EBB, publicaba un artículo en un medio de comunicación de prensa con su "reprobación sobre el caso Miñano", porque "no es el caso de Miguel".

Urkullu ha añadido que el diciembre de 2017 la Audiencia provincial de Araba dictaba una sentencia y ya, como lehendakari, se manifestó públicamente respecto a la sentencia y a "su necesario cumplimiento". Ha señalado que también el 13 de enero se ha pronunciado tras conocerse la resolución del Tribunal Supremo por el que se ratificaban las condenas.

El lehendakari ha afirmado que siente "dolor" porque las personas condenadas eran personas que habían sido militantes o afiliadas del PNV. Además, ha reconocido que siente "tristeza" porque hay que "tener en cuenta también las circunstancias que afectan a las familias y allegados de las personas condenadas y por "lo que supone el no reconocimiento de las personas exoneradas en este procedimiento judicial".

En este sentido, ha recordado que ha habido personas que, "habiendo sido imputadas o investigadas, han sido exoneradas". También ha dicho que tiene un "sentimiento de orgullo" por la actitud de personas como el que fuera diputado general de Araba, Xabier Agirre, por la decisión que "inmediatamente" adoptó "en complicidad" con él mismo como presidente del EBB.

"Tengo orgullo por lo que fue la actitud del PNV de reaccionar, procediendo en el ámbito interno del propio PNV a mejorar todo lo que pudieran ser en sus estatutos un apartado relativo al cumplimiento ético y unas medidas cautelares que en una organización privada, aún cuando es una organización política, pudieran adoptarse respetando lo que es el ejercicio de la presunción de inocencia", ha añadido.   

"REFERENCIA"

Urkullu ha subrayado que todo eso lo hizo el PNV, y "sirviendo también de referencia" para otros partidos políticos. En este sentido, ha añadido que tiene la "tranquilidad de conciencia de haber obrado con ponderación entre lo que es el ejercicio de la presunción de inocencia y el ejercicio de aplicar medidas cautelares".

"Tengo la satisfacción también de que el PNV, en modo alguno, ha sido acusado y mucho menos condenado. Se pretendió por parte de la Fiscalía y se rechazó por parte de la Audiencia provincial de Álava exonerando al propio PNV. Por lo tanto tengo la satisfacción de que el nombre orgánico del PNV está impoluto", ha manifestado.