La San Silvestre de Pamplona, de 4,5 kilómetros, puso el domingo por la noche un soberbio colofón al gran número de carreras de cierre de año que se celebran por toda Navarra.
En el 40º aniversario de la prueba todo se conjugó para convertirse en una auténtica fiesta del atletismo de fondo: la participación multitudinaria –un total de 537 niños y 3.676 adultos con dorsal terminaron la prueba, así como un indeterminado pero amplio número de adultos sin dorsal–; el público a lo largo del recorrido; la exhibición de disfraces que pusieron el color y el humor a la carrera; y la victoria de Estanis Ruiz y Maitane Melero –nada mejor que una atleta internacional de 40 años para celebrar el 40º aniversario de la San Silvestre de Pamplona–.
Tanto Ruiz como Melero repitieron su triunfo en la pasada edición. Y la de Maitane Melero tuvo un sabor muy especial, como ella misma explicaba en la meta con una rutilante sonrisa: “Ésta era mi última carrera con el Pamplona Atlético (ha fichado por el Beste Iruña) y quería ganar porque estoy muy agradecida al club, cuyos colores he defendido con mucho orgullo, y por la carrera, que es muy especial. No hay otra carrera como ésta, con las calles llenas de gente animando. Sientes el calor del público”.
“Cada vez me cuesta más ganar, porque vengo con más nervios, porque los años van pesando y porque el nivel de las chicas es cada vez más alto. Raquel Echeverría, que es muy joven, ya me ha quitado el récord navarro de 1.500 y ya veremos el año que viene si puedo con ella...”.
A sus 40 años, Melero tiene muchos planes para 2024: “Quiero hacer ruta, media maratón, algún 10 kilómetro en ruta, y 10 kilómetros en pista, que es el terreno en el que mejor me muevo. Y quiero hacer algún kilómetro vertical... (se ríe). Estoy disfrutando mucho y mientras pueda y las lesiones me respeten, seguiré haciendo lo que me gusta”.
Por su parte, Estanis Ruiz explicaba: “A Ander Noáin (que terminó tercero) le gusta salir rápido, y nos hemos quedado solos desde el principio. Después he puesto un ritmo cómodo para mí y hasta el final... El ambiente en esta carrera es una pasada. Me gusta mucho la pista pero no voy a dejar de correr aquí porque te aplauden, te apoyan, es muy divertido... Enseguida me vuelvo a Estados Unidos, donde haré un poco de pista cubierta para coger ritmo, con la mente en los 3.000 obstáculos al aire libre, que es mi prueba, en la que espero hacer un gran 2024”.
