El 18 de julio de 1936, una troupe de 50 artistas del Circo Anastasini llegó a Lodosa procedente de Ceuta para realizar una función. Poco más se supo de ellos. Dejaron atrás caballos, otros animales y hasta un elefante. Dos años después aparecieron los restos de 15 personas, algunos de ellos de niñas/os. Se dice que fueron fusilados y que a los demás los golpistas los utilizaron para entretener a sus tropas. Hoy, la 9º generación de los Anastasini vive en Florida. Y sigue haciendo circo. Este “historión” es la inspiración de Las maravillas de Júpiter, el nuevo espectáculo de la actriz y productora navarra Estefanía de Paz Asín, que tras el éxito de La reina del Arga vuelve a apostar por rescatar un capítulo olvidado de nuestra historia, con el propósito de “tocar los corazones de la gente”. El estreno tendrá lugar este martes, 3 de enero, a las 17.30 horas, en el patio de las Salesianas de Pamplona en el marco del Brif Braf Bruf. También habrá funciones a las 18.30, 19.30 y 20.30 horas; todas con invitación, que se puede retirar en los puntos de información de la plaza de Euskal Herria y de la biblioteca de la Txantrea.

Al igual que el montaje dedicado a la funambulista pamplonesa Remigia Echarren estaba pensado para espacios no convencionales, esta propuesta de teatro de objetos se desplegará en un lugar singular. Una caravana de 7,5 metros pintada de dorado, “como una nave espacial”, y habilitada para acoger a una veintena de espectadoras/es durante las funciones, que durarán 15 minutos. En su interior, “una sucursal de objetos e historias perdidas” supervisada por un personaje al más puro estilo Tim Burton. Y es que este es un cuento trágico y mágico, dramático y poético que al tiempo que rinde homenaje a los teatros ambulantes, “como la Barraca de Lorca”, que acercaban las artes escénicas a todos los rincones. En concreto, en este caso de Paz ha tomado el nombre del Teatro de Marionetas Júpiter de La Rioja, un artefacto habitado por autómatas de los años 40.

Para crear el suyo, la actriz se decidió por una caravana. “Una amiga la había comprado antes de la pandemia para montar una escape room y la tenía parada, me la ofreció y decidí comprarla”, comenta. Desde ese momento se puso a construir dentro de ella el mundo que el público disfrutará a partir del día 3. “Ya nos hemos hecho especialistas en caravanas”, porque no solo le han instalado una placa solar, “para ser independientes”, sino que también le han puesto aire acondicionado y calefacción nuevas y está totalmente homologada en el capítulo de seguridad.

La actriz navarra interpreta a la supervisora de una oficina de objetos e historias perdidas. Oskar Montero

Más de 100 funciones

La creación de Las maravillas de Júpiter también ha requerido investigación. Por ejemplo, en el Ayuntamiento de Lodosa encontró “el único papel que demuestra que el circo Anastasini pasó por allí”, y es la partida de nacimiento, a finales de agosto del 36, de un niño, hijo de Guillermo y Blanca, con Mariano y Francisco como testigos. Todos del circo. “Me pareció muy bonito que la vida se abriera paso entre tanta muerte”, como también le sonó cuando menos sorprendente que uno de los supervivientes de aquella tragedia, hoy residente en Florida, se llamara Renato, “renacido”.

Todas estas “señales” han dado lugar a un montaje que tras su estreno visitará el instituto de Lodosa antes de llegar al Gayarre, a cuyas puertas ofrecerá numerosas funciones en junio. En medio, “continúo con la gira de la Remigia”, obra que en 2022 representó en un centenar de ocasiones. Sin duda, el premio a la mejor interpretación que logró en Feten 2022 y su presencia en citas como la Fira de Tàrrega dieron alas a un proyecto que para la actriz ha sido “un antes y un después”. 

“He pasado de ser chica foral a chica estatal”, ya que ha entrado en diversos circuitos, incluido el de Madrid. Próximanente viajará a Ibiza, Tenerife, Alicante... y posiblemente regresará a casa, esta vez a la Escuela Navarra de Teatro. De alguna manera, con este tipo de formatos ha encontrado su sitio rescatando historias que cree que hay que contar “con amor”. 

“Ilusionada” y “nerviosa”, así afronta Estefanía de Paz esta nueva aventura en la que ha contado con “un equipazo” formado por Belén Álvarez, en la distribución, “que se implicó desde el principio”; Gorka Pastor, en la música; Edurne Ibáñez, en el vestuario; Arantza Otel, en la caracterización; Iraia Sanz Urtasun, en la producción; Mikel Navascués en la iluminación y sonido; Ariadne Iribarren, como ayudante en la creación artística, y Maitena Muruzabal, directora de Brif Braf Bruf. También con Kiko Ortega (fotografía), Jesús Iriarte (video), Minimizán (gráfica y web), + D (rótulos) y Leo Camper e Inni Auto, en la customización de la caravana, que conducirá Raúl Zabalza, de la Granja Escuela Xuberoa.