“Todo progreso implica riesgos, pero hay que quedarse con lo positivo que nos aporta”. Así lo afirma Joan Fontcuberta, que ha inaugurado la exposición Florilegium en el Museo Universidad de Navarra. “Antes de criticar la Inteligencia Artificial, hay que conocerla y ver qué nos puede aportar”, comenta el fotógrafo, que, citando al pensador francés Paul Virilio, recuerda que “la invención de la locomotora implicaba la invención del descarrilamiento, pero no por eso cuestionamos el avance que supuso”. Así defiende el buen uso de la IA el creador, que, en esta nueva propuesta, exhibe imágenes de orquídeas existentes y otras creadas con los nuevos sistemas algorítmicos. La muestra, que plantea un “juego” entre realidad y ficción con el público, permanecerá en la sala Torre hasta el mes de junio.

“Quién mejor que Fontcuberta para abordar las cuestiones planteadas desde la Ilustración hasta ahora sobre la construcción de lo real o la descripción de fenómenos que tenemos delante”, explica Valentín Vallhonrat, director artístico del MUN. Y añade que la exposición se ha inspirado en los grabados y los dibujos de flora latinoamericana del siglo XIX pertenecientes a la colección del museo. “Ante la apariencia e inocencia de las orquídeas de James Bateman –autor, en 1837, de The Orchidae of Mexico and Guatemala, con dibujos de Karl Blossfeldt–, Fontcuberta incorpora un nuevo modo de elaborar a partir de la Inteligencia Artificial”. Eso sí, “tras la belleza y la elegancia de la botánica se encuentra la persona; detrás de la tecnología siempre hay seres humanos”, dice Vallhonrat. Y agrega: “Nos ofrece un método para no vernos enredados y confundidos en la última propuesta de la inteligencia humana: máquinas a las que pedir que realicen nuestros sueños”.

Una “píldora”

Agradecido con el MUN “por tomar la fotografía como una forma de pensar”, Joan Fontcuberta (Barcelona, 1955) recuerda cómo en 1839 la fotografía “fue una revolución del conocimiento. Cambió la comunicación y nos dio la sensación de que el mundo era más abarcable”. Por eso, el artista opina que esta disciplina “debería enseñarse en las facultades de Filosofía”, porque “tiene que ver con el pensamiento” y “la belleza solo es un añadido al contenido”.

Serie ‘Herbarium’. Iñaki Porto

Desde que en 1982 iniciara su serie Herbarium, Fontcuberta es consciente de que “han cambiado mucho las maneras de mirar el mundo”, de ahí que esta exposición sea “un manifiesto” que se completa con la publicación del ensayo De la alquimia a los algoritmos, que constituye el “corpus teórico” de este trabajo apoyado en la muestra Una tierra prometida del museo. “Ya en estos dibujos estaba la fotografía de manera embrionaria; la exactitud y rigor de los artistas que acompañaban a los naturalistas sembró la semilla del deseo de que, alguna vez, la naturaleza pudiera representarse a sí misma no tanto gracias a la destreza, sino de manera mecánica”, apunta. En ese sentido, al fotógrafo le dio por pensar que hoy “estamos en la misma transición revolucionaria” que la que se vivió en el paso del siglo XVIII al XIX y del XIX al XX, con ejemplos de cambio como los nuevos sistemas de Inteligencia Artificial, “que recogen trillones de fotografías que ya se han hecho y genera nuevas a partir de ellas”.

Sabedor de la “alarma” y del encendido debate que existe actualmente en torno a la IA y su uso potencial para sustituir a algunas/os profesionales, Fontcuberta señala que “antes de criticarla, hay que conocerla”. Y que “las máquinas siempre están para colaborar, no para sustituir”. “Yo soy el autor de estas imágenes. Su dimensión artesanal queda sustituida por la dimensión algorítmica y yo puedo dedicarme a la conceptualización”, indica.

Dimensión artesanal y algorítmica

Para “condensar al máximo” sus ideas, el artista presenta esta “exposición píldora” dividida en tres series. La primera, Herbarium, se inspira en las láminas “maravillosas” correspondientes a los fondos del MUN. “Yo cojo esas obras originales y le pido a la Inteligencia Artificial que las convierta en fotografías, y, una vez que ha aprendido qué es una orquídea, le pido que las coloque en distintos lugares”, detalla. A la vez, en esta serie parodia el proyecto homónimo que desarrolló entre 1982 y 1984, “rehecho con nuevas herramientas”.

Serie ‘De rerum natural’. Iñaki Porto

Para De rerum natural, el creador parte de la Historia del Nuevo Mundo, escrita por el jesuita Bernabé Cobo Peralta en 1653, “una de las mejores crónicas naturales que existen de la época”. “Cojo sus descripciones para generar imágenes”, explica, poniendo el foco también en la palabra y preguntándose hasta qué punto las imágenes surgen de los textos.

Por último, Mirabile Visu, la tercera serie, se centra en las orquídeas, Orchidaceae, uno de los tipos de plantas con mayor diversidad y complejidad vegetal del reino vegetal, con más de 28.000 especies reconocidas y una amplia gama de hábitats que abarcan desde los trópicos hasta las regiones árticas. Además, estas flores de sensuales estructuras siempre han estado rodeadas de “magia” y “leyendas”. De hecho, en la mitología griega representa la transformación de Orchis, hijo libidinoso de una ninfa y un sátiro.

Algunas imágenes de la serie ‘Mirabile Visu’. Iñaki Porto

Cierra la exposición un vídeo con versículos del Génesis leído por voz generada por IA, que, a su vez, ha creado imágenes inexistentes que representan la idea común que se tiene del paraíso terrenal, como si la nueva técnica fuera “una especie de deux ex machina” o “un demiurgo” al estilo del mito de la caverna de Platón.

Para quedarse

A modo de conclusión, Fontcuberta tiene su propia posición en la controversia sobre el uso o abuso de la IA. “La Inteligencia Artificial ha llegado para quedarse, así que es mejor conocerla a fondo”, sostiene. “Inventar la locomotora implicó inventar el descarrilamiento; todo progreso implica riesgos”. Convencido de que traerá “grandes avances” en el mundo de la medicina, de la ciencia... defiende que “no hay que tenerle miedo”. “El problema no está en las máquinas, sino en su uso; ellas no tienen moral, la ponemos nosotros”, termina.

En corto

La exposición. Florilegium permanecerá abierta hasta junio.

Fotoperiodismo. El artista se refirió a la crisis de credibilidad de las imágenes documentales y le dio la vuelta, destacando que “hemos creído con candidez que las fotos que recibíamos hasta ahora mostraban la verdad; cuando la verdad es una búsqueda, un esfuerzo, y necesita algo más que una imagen”, señala.