Félix Bariáin (Eslava, 1970) afronta su cuarto mandato en UAGN tras el XIV Congreso celebrado este viernes en Pamplona, donde la candidatura que él encabezaba se presentó a este cónclave sin alternativa. Trece años después de presidir por primera vez la Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra, Bariáin mira con “rabia” la disminución de “activos del sector”, el proceso de despoblación rural, y las políticas “al albur de un despacho”, alejadas de la realidad agraria. 

Concluirá mandato con 17 años en el cargo. ¿Este será el último?

–Siempre te lo planteas, pero luego la dinámica del día a día hace que se pase la legislatura sin casi enterarse, y más en esta, entre la guerra en Ucrania y la pandemia. Lo lógico debería ser que dentro de 4 años hubiese una candidatura donde gente joven asumiese el relevo. Pero en estos cargos la lógica muchas veces no existe ni impera.

Preside una Junta renovada, con una vicepresidencia enfocada a la perspectiva de género en el sector. 

–El papel de la mujer en el sector ha sido el gran olvidado. Hay dos colectivos que socialmente son denostados y olvidados: las mujeres y los pensionistas. En la actividad agraria, sobre todo ganadera, las mujeres siempre han estado ahí, pero en nuestra afiliación el porcentaje es muy pequeño. Por todo ello nos vemos en la obligación de dotar de la mayor presencia posible a la mujer, Begoña Liberal va a ocupar una de las vicepresidencias. Su labor va a ser fundamental, y llegamos tarde. En el medio rural las mujeres muchas veces han trabajado y no se les ha dejado cotizar, con lo cual ahora no tienen pensión o están viviendo con unos ingresos ridículos. Las pensiones tienen que igualarse al salario mínimo. Yo sé lo que cuesta vivir en un pueblo, que no dispongas de médico y tengas que desplazarte para una simple consulta, o para hacer la compra.

“Lo lógico debería ser que dentro de 4 años una candidatura con gente joven asumiese el relevo en la UAGN”

La despoblación ha entrado en la agenda política. Un problema muy de fondo, multicausal, en el devenir vital de tantos jóvenes, que no se mitiga con medidas cosméticas. 

–Yo estuve tres legislaturas de alcalde en Eslava, y da muchísima pena ver cómo tu pueblo va perdiendo habitantes. En esta legislatura se ha hecho mucho dotando de dinero a municipios, pero arreglar el tejado de un ayuntamiento no supone que los habitantes de ese pueblo permanezcan allí. Al que tiene un negocio o quiere emprenderlo hay que ofrecerle las máximas ayudas posibles. Una discriminación fiscal positiva, porque el medio rural no tiene los mismos servicios que el urbano. Hay zonas que ni siquiera tienen cobertura de teléfono móvil, no estamos hablando ya de banda ancha. No se trata de echar en cara todo esto a un Gobierno o a otro. En los últimos 30 años han pasado todos. Otro tema básico es el mantenimiento de los caminos, los barrancos, ríos, las masas forestales, la ganadería... Por eso planteamos la creación de una ley de despoblamiento donde todo esto se recoja y se cuantifique. Lamentablemente, como con el tema de la mujer, ya vamos tarde. 

La PAC requiere una creciente complicación administrativa para recibir menos fondos con un riesgo de pérdida de competitividad frente a países con menos exigencias.

–Cuando se crea en el año 62 era un contrato para elaborar unos productos con las máximas exigencias higiénicosanitarias posible, y, fundamental, con el principio de preferencia comunitaria. Europa se comprometía a consumir nuestros productos, y a igualar las condiciones de vida del mundo rural y del urbano, eliminando la brecha. No se ha cumplido.

“El papel de la mujer en el sector agropecuario ha sido el gran olvidado. Las mujeres siempre han estado ahí”

Un fracaso...

–Auténtico. Simplemente viendo las listas de activos en el sector. Es una brutalidad. Hay setenta y pico perceptores menores de 30 años en Navarra. Una locura, cuando hace 3 o 4 décadas, setenta y pico había en un pueblo. Se está desmantelando el sector, y no sé si nos damos cuenta de que quienes así lo pretenden son grandes lobbies en Bruselas. Estamos viendo como en el sur del Estado grandes fondos de inversión están comprando tierra. El día que la acaparen, con su producción, será demasiado tarde. Otra cuestión está en las dos directivas que dicen que de cara a 2030 el 50% de los fitosanitarios y el 20% de los fertilizantes con un 25% de producción ecológica. Está muy bien pero los plaguicidas son como los antibióticos en el ser humano: con lo que nos ha costado a la sociedad el generar ciertos medicamentos, tú no puedes eliminar el 50% de plaguicidas. 

Pero se supone que son nocivos.

–Lo que no puede ser es que aquí sean potencialmente nocivos para el medioambiente y cuando se acaba la frontera, al kilómetro siguiente ya no lo son y que pase lo que pase. 

¿Los derechos históricos dejarán de ser una realidad en 2029?

–Ojalá, creo que el verdadero profesional agrícola y ganadero aboga por que se pague por hectárea, como se pagaba antes. Tantas sembradas, tantas cobradas, y por cabezas de ganado. La normativa actual se está cargando la ganadería. No tiene sentido una PAC donde ni siquiera se ha dado voz y voto a las organizaciones agrarias, y se nos han impuesto una serie de esquemas para el beneficio del medioambiente sin haber contado previamente con nuestra opinión.

“Hay que ofrecer una discriminación fiscal positiva en el medio rural, porque no tiene los mismos servicios que el urbano”

¿Qué pasará entonces con las personas que utilizan esos derechos como complemento de la pensión? 

–Es una buena pregunta, porque nosotros siempre hemos dicho que mientras no se regulen las pensiones en el sector agrícola, la PAC tiene que ser percibida por los pensionistas, porque si no estaríamos generando pobreza nosotros mismos, y eso no es justo. ¿Quién debería corregirlo? Obviamente el Estado, que es el que maneja las pensiones. En otros sectores son mucho más altas. En este no podemos quitar paga a los pensionistas. Tampoco queremos que haya quienes se estén lucrando con la PAC mientras hay agricultores a los que no les llega la camisa al cuello. 

Sobre la Ley de la Cadena Alimentaria, y la inflación. ¿Cuál es la posición de UAGN?

–Hay que ser más duros con la aplicación de esa ley. Estamos convencidos de que hay márgenes abusivos, y que la alimentación puede tener otro precio no tan elevado si se ajustan márgenes. Queremos sanciones para esas empresas que no hacen contratos o que no se pagan en tiempo y forma o no recogen los costes de producción. Y una ley de cálculo de márgenes, donde se sepa qué márgenes calcula la gran distribución y cómo los calcula. Eso es lo que hay que aclarar públicamente. Una gran cadena de distribución esta semana ha dado las cuentas...

“Estamos convencidos de que hay márgenes abusivos en la cadena alimentaria y de que la alimentación puede tener otro precio no tan elevado”

Habla de Juan Roig (Mercadona). ¿Le sorprendieron sus declaraciones?

–No. Es necesaria una distribución potente, pero lo que se necesita antes es un sector primario potente. No puede ser que la distribución potente se coma al sector primario, es decir, que abuse de él. Ejemplos le puedo contar al señor Roig, a Carrefour, a Eroski, a Dia o al resto; cientos y cientos, diariamente, en los que se abusa del sector primario. La distribución atornilla a la industria y la industria al productor. A quien menos les interesa que se haga público ese debate es a ellos, porque se van a poner colorados.

Roig dijo que la subida de precios había sido una “burrada”, pero lo justificaba en el reparto de costes.

–A ver si nos toca algo, pues...

Eroski ofrece una cesta rebajada.

–Está muy bien esa iniciativa, pero creo que lo loable sería que se explicase para quién van los márgenes, cuánto se paga al productor y cuánto se queda Eroski.

“Se necesita una distribución potente, pero lo que se necesita antes es un sector primario potente, no puede ser que se abuse de él”

¿Este alza de precios es la oportunidad de clarificar el actual marco?

–Más que para UAGN es para el consumidor. Hasta el inicio de la pandemia todo el mundo pensaba que iba a haber productos básicos a un precio relativamente asumible. Nosotros veníamos avisando ya antes de que esto se acababa, que las gráficas asustaban, porque cada vez los activos jóvenes eran menores y los costes de producción empezaban a ser inasumibles. Y así, una de dos: o abandonas el cultivo y te vas a la Volkswagen a currar si te cogen, o vendes a un fondo de inversión que no va a producir para perder.

¿Y la bajada del IVA emprendida?

–Se fomenta el consumo, pero hay muchos impuestos que no son IVA y que se pueden aminorar. No estamos hablando de no generar impuestos, obviamente hay que pagarlos para mantener esta sociedad. Pero no se puede focalizar en el sector primario los precios, porque tenemos unos costes de producción altísimos (gasóleo, fertilizantes, mano de obra, energía), con un porcentaje muy alto de impuestos.

Canal de Navarra: Con la dotación de agua actual por regante, y las hectáreas de la segunda fase, no hay agua para todos. ¿Hay que quitar a la primera fase como apunta el PP?

–Hay que terminar el ramal del Ega y hacer la segunda fase. No se consume todo el agua dotada. Pero hay que hablar no solo del Canal, llevamos haciéndolo 30 años, sino optimizar otros regadíos, y ahorrar así agua. Ninguno sabe cuál va a ser la pluviometría futura. Pero donde hay agua hay riqueza, se factura más, y existen muchísimas más opciones de cultivo. No hay más que ver el recorrido del Canal: se instalan más jóvenes, la gente no se va y se genera más empleo y economía. Todo eso redunda en una agroindustria potente. Uno de los cimientos de una agricultura moderna, allí donde se pueda, es el agua.

Estamos a punto de comenzar la primavera. Por delante pueden volver los meses muy secos y calurosos y eso multiplica el riesgo de incendios.

–En los pueblos se dice que el día en que esto empiece a arder, no parará, porque hay que limpiar el monte. Hace 40 o 50 años se utilizaba el fuego para evitar incendios. El monte es un polvorín desde hace años. Recuerdo hace unos años, era el consejero el señor Esparza y le invité a dar un paseo por los montes de mi pueblo, ahora quemados. El año pasado cuando llegaron los bomberos y la UME y dijeron: la zona de arbolado se va a quemar, porque es imposible avanzar más de 10 metros, por el montón de vegetación que hay. El resto lo vamos a parar. En Europa hay una política medioambiental dictada desde un despacho por gente que probablemente no haya vivido en un pueblo en su vida. 

“El monte es un polvorín desde hace años, hay que limpiarlo. En los pueblos se dice que el día que esto empiece a arder, no parará”

Habrá cargos que sí procedan del ámbito rural. 

–Sí, por supuesto, pero las políticas no lo son, ese es el problema. Hablo con muchos que me dan la razón y me dicen que no se puede hacer nada por una directiva europea. 

¿Como por ejemplo?

–Utilizar el fuego como herramienta de limpieza de ciertas zonas.

¿Y con brigadas?

–Son costosísimas, pero se podrían implementar, por supuesto. Resulta que nos da miedo quemar controlado 4 hectáreas y luego viene un incendio y nos quema 15.000. Eso hay que hacérselo mirar. ¿Es una aberración quemar y también utilizar herbicidas? La mayor aberración para un habitante de un pueblo es ver cómo se le quema su monte y tiene que ser desalojado de allí. Políticas medioambientales, sí. Pero en la mesa tienen que estar los pueblos, y si no, serán políticas medioambientales erróneas.

“En mi balance del Gobierno de Navarra veo claroscuros”

Es tiempo de balances políticos. ¿Cuál es el suyo? 

–Hay que ser sensato, ha habido una pandemia y hay una guerra en Ucrania. Hay que partir de esa base. Me tocó durante la pandemia hablar con muchos consejeros y con la presidenta, y la verdad es que fue complicado, y ninguno de nosotros nos hubiésemos cambiado por ellos. Dicho esto, hay cuestiones que se tienen que hablar con las organizaciones sociales y económicas. Es fundamental ese diálogo previo, no a posteriori. En la valoración sobre el Gobierno veo claroscuros, porque se ha avanzado en cuestiones como el Canal, con respecto a la paralización que hubo en los 4 años anteriores. Ante la PAC entiendo que poco se ha podido hacer. En Navarra se llegó a un acuerdo, pero el ministro Planas se mostró intransigente. Y en el tema de normativa ambiental se puede hacer mucho más, a pesar de la normativa europea limita. Pero a partir de mayo el Gobierno que salga tiene que contar con los agricultores y ganaderos y elaborar una ley de despoblamiento donde se haga justicia con los habitantes del medio rural.

¿Y si le echasen la caña para formar parte de un Gobierno?

–Pincharían en una piedra. No mordería la trucha.

Sería un activo. 

–No me considero así, pero dentro de las organizaciones agrarias hay personas plenamente capaces. Debería ser obligado, entre comillas, que en los cargos de algunos departamentos que afectan al medio rural estuviesen personas que hayan vivido y mamado este mundo.

Usted reclama “respeto al mundo rural”.

–Ya no estamos pidiendo solo partidas presupuestarias, que son de justicia. Reclamamos respeto. Nos levantamos todos los días a trabajar y a generar alimentos. Recuerdo la primera semana de pandemia, cómo seguimos produciendo, me llamaba la gente para ofrecer mascarillas, guantes, incluso buzos... fue alucinante. Y la solidaridad que hubo ante los incendios el año pasado. Ver esas filas de tractores, tengo la imagen clavada de muchísimos agricultores voluntarios (se emociona) que fueron a ayudar. Mi teléfono ardía de llamadas de gente que quería colaborar. Eso se debería poner más en valor.