ste domingo volví a jugar al fútbol después de superar una lesión del ligamento cruzado. Estoy muy contento y aunque estuve un poco nervioso. Después de estar once meses y medio sin jugar, solo el estar ahí en la convocatoria, en el vestuario, calentando en Estella, ya me entraban los nervios. Pero una vez que terminó el partido muy contento de ello y aliviado. No es volver a empezar, pero la sensación de estar en rutina del equipo es como un primer debut. Para mí este será un partido especial, que lo vas a recordar siempre, como el primero en Segunda B. Lo primero que se te pasa por la cabeza al volver a entrar es que todo el trabajo que has hecho ha merecido la pena. Estos once meses y medio después los valoro como un reto personal y siento me he superado a mí mismo. Las lesiones en el mundo del fútbol son muy traicioneras porque te sientes muy solo. La soledad es muy difícil de llevar. Hay momentos malos en los que ves que no progresas y son en los que más hay que currar porque luego viene la recompensa. Mentalmente esta lesión se lleva mal porque ves a los compañeros entrenar y jugar en el día a día, y tú bajas al entrenamiento pero al vestuario o a la camilla del fisio. Asimilé rápido la lesión y acepté que iba a estar fuera mucho tiempo, y eso ha sido clave para llevarlo. Y es algo que no puedes negarlo.

Durante la recuperación hay momentos en los que durante una semana das un salto grande en la recuperación y luego puedes estar dos semanas sin avanzar. En esos momentos se te pasa que estás haciendo las cosas bien, pero los profesionales de los que te rodeas te tranquilizan y animan a seguir. Más que miedo a recaer, el miedo está cuando haces algo nuevo. Pero cuando lo haces y no pasa nada, sí que te vas liberando porque todo funciona. Y ahora mismo en mi cabeza no hay ningún miedo.

Lo que más he echado de menos ha sido jugar. He estado con mis compañeros en el día a día y la relación en el vestuario la he tenido. Ahora tengo que ganar ritmo de competición e intentar coger físico. Si consigo entrar en el equipo, perfecto.

El autor es jugador del Izarra