La patata es, según un estudio de la agencia de las Naciones Unidas que lidera el esfuerzo internacional para poner fin al hambre, popularmente conocida como la FAO, es el tercer alimento más consumido en el mundo, por detrás del arroz y de los cereales.
Las patatas destacan por ser fuente de energía, vitaminas y minerales y se consumen asadas, hervidas, como ingrediente de otra receta o fritas. Las patatas fritas son el acompañamiento ideal para cualquier tipo de plato. Una guarnición ideal que, pese a que son muchos los que apuntan que es un plato sencillo de elaborar, lo cierto es que conseguir el resultado esperado no lo es tanto.
La clave del éxito de unas buenas patatas fritas son una sartén, unas buenas patatas y una cantidad elevada de aceite. Aunque no siempre se consigue dar con la textura deseada.
El viral truco del vinagre para conseguir unas patatas más crujientes
Conseguir que las patatas fritas queden crujientes es todo un reto que poco son capaces de lograr. Para conseguirlo, hay un sencillo truco que va a ayudar a que las patatas queden muchos más crujientes. Un método que tiene como protagonista, nada más y nada menos que, al vinagre, uno de los condimentos más usados en la cocina ya que proporciona a los alimentos a los que se les adiciona un sabor y un aroma particular.
- Para poner en práctica este truco lo primero que hay que hacer es pelar y cortar las patatas en tiras gruesas.
- Al mismo tiempo, en un bol hay que preparar una mezcla de un litro de agua, una cucharada de sal, una cucharada de vinagre.
- Introducir las tiras gruesas de patatas en el bol donde se ha preparado la mezcla en un recipiente durante aproximadamente 10 minutos.
- Trascurrido ese tiempo, sacar las patatas del agua y secarlas bien utilizando papel de cocina absorbente.
- Añadir aceite a la sartén y calentarlo a temperatura media, de manera que esté caliente pero no se queme.
- Freír las patatas para que se hagan por dentro durante aproximadamente 5 minutos, en función de la cantidad de patatas y del tamaño de la sartén.
- Sacar las patatas y dejarlas reposar.
- Volver a verter las patatas a la sartén para que terminen de hacerse. Cuando cojan un tono dorado, retirarlas de la sartén.
- Escurrir las patatas y retirar el exceso de aceite con papel de cocina absorbente.
