Este lunes saltaron todas las alarmas cuando Elena Huelva escribió en sus redes sociales un escueto mensaje: “Os quiero”. Dos palabras que sonaban a despedida tras cuatro años luchando contra un sarcoma de Ewing que cuando en 2021 parecía derrotado se volvió a reproducir en 2022 y antes de Navidad ya parecía irreversible, aunque la joven sevillana, de 20 años, nunca tiró la toalla. “Mis ganas ganan” fue su lema hasta el último momento.

En torno a las 17.30 horas del martes su familia ha comunicado el triste desenlace a través de una historia en la cuenta Instagram de la propia joven: “Desde esta mañana Elena os baila y os mira desde su estrella. #misganasganan. Gracias por todo”, han escrito con una foto de la sevillana sonriendo, como casi siempre.

La historia con la que comunicaban su fallecimiento.

La historia con la que comunicaban su fallecimiento. Instagram (@elenahuelva02)

Un final esperado pero no por ello menos impactante, y más cuando por la mañana Elena había subido a sus redes una nueva publicación, con lo que muchos de sus seguidores (823.000 en Instagram) habían recobrado algo de esperanza después del angustioso “Os quiero”. Cierto es que el mensaje no era muy optimista: “Hoy me he despertado no de la mejor forma, es más, nada bien, un muy susto. Están siendo días muy difíciles, están siendo muy complicados, cada vez más, pero como sabéis yo soy más fuerte, y más complicada. Quiero que sepáis que yo ya gané, hace mucho. Seguimos, siempre. Mis ganas ganan”.

El texto iba acompañado de una foto cargada de simbolismo, con sus manos entrelazadas con las de sus familiares, que han estado siempre con ella. Elena ha pasado las Navidades con su familia y ha podido mirar en casa con los suyos, quizá porque el desenlace ya era inevitable.

Su historia, sus ganas de luchar, su optimismo frente a una enfermedad que le llegó con 16 años han calado entre la gente y también entre muchos personajes famosos que han querido acompañarla, incluso visitándola personalmente, como Ana Obregón, Manuel Carrasco, Aitana, Sara Carbonero y un largo etcétera. En su legado queda un libro que publicó, en el que relataba su experiencia y que se titula Mis ganas ganan. Nadie nos ha prometido un mañana, vive el presente.