Con la llegada de la primavera y del buen tiempo, llega uno de los momentos más esperados para muchos y más odiados para otros: el cambio de armario. Un proceso que se repite dos veces al año, una al llegar la primavera y otra cuando termina el verano o empieza el otoño.
Con el buen tiempo a la vuelta de la esquina, llega el momento de dejar a un lado la ropa de abrigo como los abrigos, las bufandas y las botas y de sacar prendas propias de la primavera y el verano como las camisetas de manga corta o los pantalones cortos. Para evitar que el cambio de armario termine convirtiendo en un verdadero quebradero de cabeza, los profesionales de Conforama dan una serie de trucos para hacer el cambio de armario "de una manera tan eficaz que te sorprenderá".
Tener a mano todo lo que vas a necesitar
Las primera de las claves que dan desde Conforama consiste en tener a mano todo lo que se necesita para el cambio de armario. Para hacerlo se necesita una bolsa grande de basura, el cubo de la ropa sucia, el aspirador, un paño y productos de limpieza para el material del armario. Una vez se cuenten con estos 5 elementos, es momentos de ponerse manos a la obra.
Clasificar la ropa con criterio
El siguiente de los pasos trata de retirar la ropa de la temporada pasada, en este caso la de otoño e invierno, y clasificar las prendas. En la bolsa grande introducir la ropa que ya no sirve o que ya no se va a dar más uso y no se va a aprovechar a corto plazo. En el cubo incluir la ropa para lavar y guardar hasta el próximo cambio de armario.
Limpiar el armario
Una vez ya se tenga la ropa clasificada, es momento de limpiar el armario a fondo. Para ello, lo primero que hay que hacer es utilizar el aspirador para eliminar cualquier resto de polvo y ácaros. A continuación, pasar un paño humedecido con una mezcla de agua y un producto de limpieza específico.
Lavar la ropa, plancharla y colocarla
Después de clasificar la ropa y limpiar el armario, hay que colocar la ropa que se tenía guardada en el armario. Tal y como recomiendan desde Conforama, es posible que haya que volver a revisar la ropa que se ha clasificado para hacer una última selección.
Guardar la ropa o donarla
El último de los pasos consiste en lavar la ropa del cubo, es decir, la que se tiene que lavar y guardar hasta el próximo cambio de armario, y colocarla doblada en un almacenaje hermético. La ropa que se ha guardado en de la bolsa, la que no sirve y que no se va a volver a utilizar, llevarla a un punto de recogida de ropa más cercano, de esta forma, seguro que hay alguien que le da na segunda vida y la aprovecha.
