Ya despojada de sus funciones vicepresidenta socialista griega del Parlamento Europea: Parece que hay ciertas costumbres que trascienden las fronteras y las siglas políticas. Hace unos años, a los suegros de un corrupto español llamado Francisco Granados les pillaron en el altillo de su casa un saco con miles de euros. Esta vez ha sido la policía belga la que ha detenido a su padre cuando salía al escape transportando un pastizal en unas bolsas de basura. Se trataba, en este caso, de la presunta (hay que decirlo así) mordida de la satrapía catarí a cambio, no ya de su silencio sobre el pisoteo de los derechos humanos en el emirato, sino de sus loas a la sede del mundial de la infamia. Usted cobró, pero muchos más tragaron y, me temo, se irán de rositas.