El Ayuntamiento de Burlada realizó el martes una nueva campaña de control de velocidad, después de tramitar el 1 de diciembre 157 denuncias en la avenida de María Azcárate. Se saldó con la mitad de sanciones, un total de 78, todas de nuevo en la citada avenida.

El control se efectuó en la calle Mayor (411 vehículos controlados), la Avenida de Erripagaña (373 vehículos), y en la Avenida de María Azcárate, con 607 vehículos controlados y esa 78 denuncias, todas administrativas. En vías de 30 km/h, las sanción por circular entre 31 y 50 km/h es de 100 euros; entre 51 y 60 km/h, 300 euros y retirada de dos puntos de carnet; y entre 61 y 70 km/h, 400 euros y retirada de cuatro puntos de carnet. En todos los casos, con la reducción del 50% de la multa por pronto pago.

La alcaldesa de Burlada, Berta Arizkun, ha destacado este miércoles que estas campañas no tienen un afán recaudatorio, sino que “se trata de disminuir la velocidad a la que se circula dentro del municipio”. Ha considerado como “buena noticia” la reducción de las sanciones, aunque los datos en la avenida de María Azcárate “siguen siendo preocupantes. Es una vía que tiene mucho tránsito peatonal; el cementerio, la ikastola Paz de Ziganda, el instituto Ibaialde al otro lado... y no hay semáforos. Además es una vía en la que ha habido varios atropellos en los últimos años, uno de ellos escasos días antes de la campaña de control del 1 de diciembre”. 

Arizkun ha valorado positivamente la ausencia de sanciones en la calle Mayor y la avenida de Erripagaña, una vía en la que, “aunque no ha habido denuncias, sigue habiendo quejas de vecinos y vecinas que consideran que se circula a una velocidad elevada”.

Y ha asegurado que “vamos a seguir insistiendo para que la gente tome conciencia. Dentro de los términos municipales hay que respetar el límite de velocidad, que se pone por algo, para lograr una ciudad más tranquila y segura para peatones y ciclistas”.

Por su parte, el jefe de Policía de Burlada, Mikel Astiz, ha mostrado su “satisfacción” con el resultado de la campaña, “porque se ha registrado una disminución de sanciones del 50%”. Ha recordado que los controles tienen “carácter preventivo, y la publicidad que se ha hecho ha tenido como resultado sensibilizar a la ciudadanía”.

¿Pueden sancionar los radares de empresas privadas?

Muchos municipios de la Comarca de Pamplona realizan desde hace una década campañas de control de velocidad con radar móvil mediante empresas privadas. Este miércoles circulaba en redes un tuit que apuntaba a la ilegalidad de esta práctica, asegurando que son multas recurribles porque tiene que estar presente un agente de la autoridad. 

Según distintas fuentes policiales consultadas por este periódico, esta práctica es perfectamente legal y habitual en más de 1.000 municipios del Estado. Sucede como con los radares estáticos, en los que no hay presencia policial pero sí hay denuncias, que debe ratificar después un instructor.

En el caso de estos radares móviles, un trabajador de la empresa con capacitación de operador de radar efectúa el control y posteriormente la sanción la ratifica un agente de Policía Local. La prueba es la fotografía, y el Centro Español de Metrología es el encargado de certificar que el cinemómetro funciona correctamente. 

En este tipo de campañas, cada Ayuntamiento decide en qué calles se van a efectuar los controles, qué días y a qué horas, además de establecer el margen de cortesía que considere oportuno a partir del cual sancionar a los vehículos.