El cine como reflejo de la vida es una idea repetida que no por ello deja de tener sentido. Cine que tanta veces nos abre puertas, nos lanza preguntas cuando buscamos respuestas, que nos despierta zonas dormidas y nos da claves para entender lo que pasa. Cine social, comprometido, como lucha contra el olvido, como terapia social de reconstrucción. Documentales que se mezclan en cartelera con títulos de ficción, compartiendo lenguaje y maneras de hacer y removiendo conciencias. Ese cine que no se conforma con ver sino que te exige mirar. Y con la mirada adentrarte en aquellas zonas que aunque cierres los ojos siguen estando.

Así se presenta el documental No Estás Sola: La lucha contra La Manada, de Almudena Carracedo y Robert Bahar, que este viernes se estrena en Golem Baiona antes de llegar a plataformas. Tenía que ser Pamplona en lugar donde se viese por primera vez. La ciudad donde ocurrió un hecho que lo cambió todo es en este trabajo escenario y protagonista y al mismo tiempo espectadora, porque le toca ver desde fuera aquello que se vivió intensamente desde dentro.

Según explican los directores no ha sido un trabajo fácil. Exigía concentrar en menos de dos horas de película lo ocurrido desde aquel siete de julio de 2016 cuando una joven fue agredida sexualmente por cinco hombres en plenas fiestas de San Fermín. Atrás quedan tres años y medio de trabajo, horas de visionar material audiovisual y de archivo y otras tantas de entrevistas a personas que vivieron de cerca aquellos hechos que demostraron la fuerza transformadora que tiene la respuesta social. Y sobre todo, respeto total hacia la víctima, que no está sola.