No tienen fecha ni sede oficial (eso último es lo más complicado para la organización), pero el empresario australiano Aron D’souza sigue empeñado en celebrar ese engendro que ha llamado Juegos Mejorados (Enhanced Games), aunque sería mejor llamarlos Juegos de la Barra Libre, porque su principal innovación es que no habría controles antidopaje en las competiciones –en principio, de atletismo, natación, gimnasia, halterofilia y deportes de combate–.

Un disparate que parece una distopía de película de ciencia ficción: comprobar hasta dónde puede llegar una persona en la destrucción de su salud a cambio de lograr la gloria deportiva (una gloria muy relativa porque el mérito estaría en la calidad dopante de las sustancias ingeridas). Sebastian Coe, presidente de Word Athletics, se ha preguntado si habrá alguien tan imbécil como para participar, y podemos contestarle sin temor al error: seguro que sí.