Nuestros vinos parecen estar en riesgo. Sólo en el Penedès podría perder un tercio de sus viñedos este mismo año debido a la intensa sequía que sufre Catalunya. La cuenca mediterránea es una de las zonas que más sufre este nuevo escenario de calentamiento por no hablar de plagas y enfermedades, heladas o lluvias diluvianas. Según concluye un estudio de investigación de la revista Nature, alrededor del 90% de las regiones vitivinícolas tradicionales en zonas bajas y costeras de España, Italia, Grecia o Sur de California pueden dejar de ser viables para producir vino a finales de siglo como consecuencia del cambio climático. Los autores estiman un riesgo sustancial de “inadecuación” para entre el 49% y el 70% de las regiones vitivinícolas existentes en Europa dependiendo del grado de calentamiento global.

El futuro del otro 41% dependerá de la viabilidad de medidas de adaptación que se adopten. A su vez, entre el 11% y el 25% de las regiones vitivinícolas existentes podrían experimentar una mayor producción, como el norte de Francia. Según dicho estudio, el 90% de las regiones vitivinícolas más importantes de Francia, España e Italia se encuentran por debajo del paralelo 45, justo a la altura de Burdeos. Y todas las regiones que se encuentran por debajo se verán afectadas por el cambio climático. Los investigadores manejan dos escenarios: uno con un aumento de temperatura moderado, en el que ya estamos inmersos, y otro más cálido, con incrementos de más de dos grados, que sería el peor de todos.

Si hablamos entre 2º y 4º C de subida global media nuestras vides estarían en mayor peligro. Y no significa que no se podría hacer vino porque lo hacen en la India, Tailandia o Tahití pero un escenario así podría beneficiar a otros terrenos más frescos como es el caso de Ucrania, el Reino Unido, el Norte de Alemania, Galicia o la Patagonia. Dicen que en la Rioja ya se está cultivando a más altura. Y en la Zona Media navarra hay más vides que hace unos años. Hace 25 años las viñas se cultivaban sin riego y, hoy, más del 50% está en regadío lo que, según los expertos, no es una solución sostenible como sí lo es plantar cepas más resistentes a la sequía o más tardías que maduran con temperaturas más frescas. Es lo que nos depara la sequía, la falta de agua. ¿Terminaremos plantando viñedos en otras latitudes y altitudes también en Navarra? Si algún adolescente no sabe lo qué estudiar yo le animaría a acudir a cualquiera de las escuelas agrarias (FP, Universidad...) donde se analicen variedades de semillas.

Son los nuevos retos a los que nos enfrentamos. Por un lado, la tecnología nos está aportando nuevas soluciones en sectores como la industria y los servicios, y por otro lado, el campo y el sector primario exige también de nuevos avances como los que nos brinda la inteligencia artificial. Aquellas semillas y cultivos que crezcan con menor necesidad de agua serán el futuro. Es lo que se llama la segunda Revolución Verde, mucho más respetuosa con el medio ambiente, haciendo un uso mínimo del riego y de productos como los fertilizantes. ¿Beberemos un vino combinado con otros frutos que corrijan las carencias que tendrá la uva? ¿Serán los viñedos como los conocemos ahora con parras envejecidas o crecerán bajo plásticos? Toda una incógnita.