Una empresa va a levantar en Funes una planta para producir tortillas de patatas. La información facilitada por el Gobierno de Navarra era prolija en datos: 40 millones de inversión, creación de 400 empleos directos, espacio para instalar 12 líneas productivas, incorporación de tecnologías avanzadas, contribución a los objetivos de la Estrategia S4… Sin embargo, pasaba por alto la cuestión más relevante: ¿la tortilla de patatas la elaboran con cebolla o sin cebolla?

No es un asunto que haya que tomarse a broma; en un país dividido entre derechas e izquierdas, madridistas y barcelonistas, taurinos y antitaurinos…, si la patata debe bañarse en el huevo sola o en compañía también ha provocado acalorados debates y luchas a sartenazos. Hasta el controvertido Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) tomó cartas en el asunto y en septiembre del pasado año salió a la calle para preguntar a la ciudadanía.

Y el resultado no dejó lugar a dudas pese al trabajo de cocina con el que el presidente del organismo, José Félix Tenzanos, gusta de condimentar todas sus encuestas: el 70,4% prefiere la tortilla de patata con cebolla: el 20,9% cree que sobra la hortaliza, al 8% le da igual y el 0,5% tiene dudas. Ah, y para el 53,9% tiene que estar poco hecha. Aquí, de momento, solo sabemos que la tortilla de patatas de Funes será elaborada con maquinaría de visión artificial: con tanta tecnología punta espero que no se olviden del huevo.