Habría que imponer más sanciones contra los que impiden la libertad de las mujeres gaseando a niñas y mujeres, y hacer más en favor de quienes luchan por su derecho a oponerse a ser sumisas con el simple gesto de quitarse una prenda, en este caso un velo. Habría que quejarse menos de que los políticos no llegan a acuerdos para crear un nuevo día de ocio feminista, y luchar de verdad a favor del poder femenino, tal y como hacen en Irán.