Zugarramurdi no estaba jugando en esa partida de billar. De hecho, en el pueblo nadie nos habíamos enterado de la jugada... hasta que ya fue tarde.

Y ahora ha resultado que entre el vecino Ayuntamiento de Baztan y una escuela de parapente de Irún han jugado tan bien sus bazas, que nos han mandado al agujero.

En el pueblo no queremos (ni necesitamos) que nos abran nuevas pistas en el monte. No queremos que se maltrate Atxuria con una plataforma para lanzamientos. Tenemos miedo a que nuestros tranquilos caminos a los caseríos se vean invadidos por vehículos.

Pero esto poco le importa a la escuela de parapente, ellos van a poder ampliar su oferta, y listo. Poco le ha importado tampoco a los siete concejales del Ayuntamiento de Baztan que han votado a favor, total, eso no afecta a Baztan, solo afecta al vecino municipio de Zugarramurdi.

¡Qué mala leche cuando te sientes como una pelota de billar que entre dos jugadores te manda al agujero! No es justo que desde Irún y desde Baztan se decida sobre Zugarramurdi.