Así será recordado 2023, si bien los inmediatos anteriores tampoco fueron para echar cohetes. Si hablamos de nosotros, nuestra situación es como para salir corriendo, pero nada es comparable con lo que están sufriendo, Gaza, Palestina, Israel, Ucrania y Rusia, y otros muchos países actualmente en guerra, de los que poco nos informan. Si los jefes de Estado fueran los primeros en ir al frente de batalla, tendrían quizás un atenuante, pero, al decir ellos ¡al ataque! y quedarse ellos en sus despachos, se comportan como unos monstruos, importándoles nada, el sufrimiento terribles de sus pueblos. 

No sé lo que nos deparará 2024, pero tal y como esta hoy el planeta, donde los más pesimistas temen una nueva confrontación a nivel mundial, los que somos optimistas hemos de hacer súplicas para que no sea así. Hubo una canción que decía: “si triunfa el bien sobre el mal, y la razón se impone al fin...”. Esto es lo que deseamos, pìdiendo con todas nuestras fuerzas que así sea.