Al margen de los vaticinios fatídicos para el presente año bisiesto, el futuro de la sociedad, son las nuevas generaciones. Hoy, estamos asistiendo a cambios de fuerte calado, como es la IA. ¿Qué estudia una persona de la Generación Z, si muchos trabajos actuales van a desaparecer? Es difícil responder, ante unos políticos que impiden el móvil en la escuela, porque distraen la atención del alumnado. Imponer no es lo mismo que convencer, en el uso de los dispositivos digitales, lo diga el gobierno o no, siendo necesarios para el futuro de los nuevos trabajos. Al igual que existen etapas escolares, ¿por qué no se adecúan al uso de estos dispositivos? 

Hoy, la autoestima de las nuevas generaciones cuestiona bastante el futuro. La OMS, en 2020, manifestó que la prevalencia global de depresión y ansiedad fue mayor en la Generación Z, respecto a generaciones anteriores. Hay más datos que ponen blanco sobre negro, el futuro incierto de unos jóvenes que su única culpa es haber nacido en un momento de la historia, donde se han juntado unas transformaciones tecnológicas con unos políticos, incapaces de adecuar los mecanismos necesarios de estímulo a la Generación Z. 

Ante el insulto de la vida pública, la respuesta debería ser: ¿cuál es el futuro que quieres para tu país? Pero de estos asuntos apenas se habla en los medios, y mucho menos en las instituciones nacionales y europeas. Mientras nos van preparando para una hipotética guerra con Rusia, la paz prometida no se vislumbra para unos jóvenes necesitados de un futuro prometedor. En el mundo de las brechas, los actuales dirigentes políticos y económicos, siguen teniendo un enorme agujero con las nuevas generaciones, donde la cultura y conocimientos recibidos son muy diferentes a los actuales retos. Invertir de forma adecuada en la formación y orientación de los alumnos es el mejor retorno que puede tener la sociedad. Sólo hay que echar un vistazo a la precariedad y dificultades económicas de la Generación Z para ver que el gasto público en educación no tiene el retorno deseado, además del informe PISA. Es importante fomentar la creatividad y el pensamiento crítico en las nuevas generaciones.