Los seres humanos somos paseantes de la vida. Como todo ser vivo, crecemos, nos desarrollamos, para deteriorarnos en nuestra etapa final. Intentamos disfrutar del entorno en el que nos encontramos en cada momento. También queremos tener compañeros en este paseo. Unos, con la misma persona, otros con distintas, o simplemente sin nadie. Cada paseante es único, y como tal, con gustos y anhelos personales. 

Todos queremos tener libertad, para poder decidir sobre la forma de paseo a realizar. Este objetivo no es posible para una inmensa mayoría de las personas, al no disponer de medios económicos suficientes para disfrutar del paseo. Nos gusta la diversión, el bienestar y, sobre todo, tener buena salud, para continuar el largo viaje. Anhelamos pasear el mayor tiempo posible, porque nuestro deseo es seguir gozando en este mundo, que a pesar de las dificultades actuales, no conocemos otro lugar para realizar este viaje. 

La vida es un regalo precioso que debemos aprovechar al máximo. Se trata simplemente de disfrutar del viaje y aprender todo lo que podamos en el camino. Hagamos de nuestro viaje una experiencia plena y significativa.