Este año se ha dedicado la tercera edición de lectura de El Quijote a Santiago Arellano, fallecido el pasado diciembre y gran entusiasta y promotor de la obra cervantina que releía cada año. Había participado con ilusión en las dos ediciones previas compartiendo con entusiasmo algunos episodios que sabía interpretar como pocos. El Quijote era para él algo así como un ideal de vida. Lo llevaba en el corazón y en las uñas. De hecho, este año hemos recogido su legado y sugerencia de empezar a leerlo por el último capítulo (74 de la segunda parte) y después pasar al primer capítulo en que Alonso Quijano decide convertirse en caballero andante.

El porqué lo explicó el año pasado: Alonso Quijano El Bueno recupera la cordura al final de su vida, se prepara para bien morir en modo cristiano, al ver que llegan sus últimos momentos, arregla su testamento y reparto de sus bienes a Sancho y a su sobrina. Don Quijote de la Mancha se desvanece de su mente, pero Alonso Quijano no renuncia a los ideales que le llevaron a la locura: hacer el bien, promover la justicia y deshacer entuertos para lograr un mundo mejor en que las gentes se acepten, se comprendan y sean promotores de paz. ¿No es un ideal que sigue siendo plenamente actual? En tiempos de guerras en muchas partes del mundo, a las que se ha sumado la más reciente de Israel y Palestina, podemos pensar, como los que se reían de don Quijote, que es locura creer en mundo en paz, pero como Alonso Quijano no renunciamos a ese ideal.

A este efecto hemos querido colaborar con esta tercera lectura de El Quijote en 12 lenguas y 30 participantes de Zizur y su entorno. Se han leído fragmentos de don Quijote en euskera, español, ucraniano, polaco, latín, urdu, italiano, francés, inglés, singalés, swahili, vietnamita entre una treintena de lectores. En torno a 60 personas han participado entre lectores y oyentes. El acto ha estado amenizado por una cantante que ha intervenido en varios momentos con canciones como We are the world de Lionel Richie y Michael Jackson, Halleluja de Leonard Cohen y Color Esperanza de Diego Torres. El momento emotivo de la lectura lo ha aportado el audio grabado de un expresidiario que ha leído el episodio de los galeotes (cap. XXII, primera parte) con una buena entonación y se ha llevado los aplausos del público.