Otro sueño diestro cumplido: PP y Vox se abrazan en Valencia para reconquistar la tierra de las flores, de la luz, del amor… y de Camps. Pero lo mejor es que la santa alianza huele a menú degustación para después del 23 de julio.

Gobierno por mandato ciudadano”, corre a excusarse sin que lo pidan el editorialista de La Razón. La felicidad le bulle por cada poro de su piel: “El compromiso que convertirá a Carlos Mazón en presidente de la Comunidad responde a una lógica democrática, política y social que parte del mandato concluyente de los votantes. Casi la mitad de los sufragios ha secundado este volantazo que debe recuperar para la región un gobierno al servicio del interés general y no de un proyecto ideológico y sectario”.

"Es bueno que se formen los gobiernos autonómicos y municipales respetando la voluntad de los votantes"

Francisco Marhuenda (La Razón)

El director del diario azulón, Francisco Marhuenda, también está contento. Por él… y por su abuelo alicantino que en gloria esté: “Mi abuelo era alicantino, hablaba catalán y era una persona muy centrada. No hubiera reconocido las cosas excéntricas que se dicen sobre su tierra. Es el nivel de la política actual, donde la campaña de Sánchez y sus aliados se basa en el radicalismo más desaforado. (...) Es bueno que se formen los gobiernos autonómicos y municipales respetando la voluntad de los votantes. Las elecciones del 28-M dieron mayorías de centro derecha, como sucedió en sentido contrario en las anteriores, así como en las generales de 2019”.

En ABC también suenan aires de fiesta. Hoy Valencia, mañana Moncloa es la consigna: “La configuración de un Gobierno a nivel nacional y no otra cosa debe situarse como el último objetivo de una ruta en la que tanto Vox como el Partido Popular tendrán que renunciar a algunas de sus aspiraciones. Este primer acuerdo debería marcar el rumbo futuro y debería servir para asentar el surgimiento de un nuevo ciclo político”.

"A Abascal se le ha puesto cara de vicepresidente tras el compromiso-relámpago de Valencia"

Ignacio Camacho (ABC)

Tal cual lo siente y lo presiente el veterano opinador del vetusto diario Ignacio Camacho. Cuidado al leer, que les puede dar un apechusque cuando lean de qué empieza a tener cara Abascal: “A menos que Feijóo, gallego al fin y al cabo, sacrifique ahora alguna pieza para dejar en el aire un cierto halo de ambigüedad estratégica, a Abascal se le ha puesto cara de vicepresidente tras el compromiso-relámpago de Valencia. (…) Así que lo que queda es la sensación de que la alianza parlamentaria a escala nacional está hecha si cuadran las cuentas, y que con el viento a favor en las encuestas la dirección popular ya no teme la campaña adversa de la izquierda”.

La charanga extremocentrista suena también en Libertad Digital con Carmelo Jordá haciendo de solista: “La Comunidad Valenciana tendrá un gobierno estable que es una oportunidad para hacer las cosas bien o, al menos, mucho mejor de lo que se están haciendo hasta ahora. Un ejecutivo que puede aportar libertad y prosperidad, que puede avanzar mucho en el camino de la libertad de elección, que contará con una amplia mayoría en las Cortes y que ha tenido el apoyo de casi la mitad del electorado para hacer las reformas que son necesarias”.

"El acuerdo de Valencia consolida el mayor éxito de las pasadas elecciones para la causa de la libertad y de España"

Federico J. Losantos (El Mundo)

El jefe del anterior, Federico Jiménez Losantos, luce sonrisa de oreja a oreja en su pieza de El Mundo. “Ayer se anunció el pacto de gobierno de PP y Vox para la Comunidad Valenciana, consolidando así el mayor éxito de las pasadas elecciones para la causa de la libertad y de España. Si la consejera de Educación, como se dice, es Julia Llopis, de Vox, el acuerdo es todavía mejor, porque es mucho más fiable Vox en esa materia que el PP, que lo ha sido poco o nada”.

En la siguiente página, el editorialista hace las palmas de rigor: “El rápido acuerdo sellado entre PP y Vox para la Generalitat Valenciana marca el camino de los pactos que ambos partidos cerrarán de cara a la conformación de otros ejecutivos autonómicos y municipales o sencillamente investiduras. El mandato del 28-M fue claro: la ciudadanía quiere estabilidad y políticas confiables que el centroderecha liberal que proyecta Alberto Núñez Feijóo no debe traicionar. Su papel moderador obliga al PP a fijar unos límites claros a Vox en torno a los consensos constitucionales”.

Y para no eternizarnos, en la casi despedida, nos dejamos caer por El Debate, donde el subdirector, Luis Ventoso, disfruta de la miel sobre hojuelas: “Cuánta histeria teatral con Vox. Nada más normal y previsible que un entendimiento entre los azules y los verdes, pues al fin y al cabo son cuñas de la misma madera. Lo delirante sería que dejasen mandar al sanchismo. Vox es un partido nacionalista español, que da la valiosa batalla de plantarse sin ambages contra los nacionalismos regionales que quieren partir este país. Por su parte, el PP ocupa el amplio espacio del centroderecha moderado y aspira a captar también votos de desencantados del PSOE (amén de que se ha tragado entero a Ciudadanos)”.

Decía arriba “casi despedida” porque la pieza que nos lleva al punto final es la que se sale del carril. A Pedro J. Ramírez no le gusta de el pacte con Vox y así lo proclama en el editorial de su chiringo digital: El Español se ha posicionado en numerosas ocasiones en contra de los pactos del PSOE con Unidas Podemos, ERC y EH Bildu. En coherencia con su línea editorial, este diario disiente del acuerdo al que han llegado PP y Vox en la Comunidad Valenciana, y que hará presidente a Carlos Mazón a cambio de la incorporación al ejecutivo autonómico de los de Santiago Abascal, que obtendrán también la presidencia de las Cortes valencianas”.