Hoy he pasado (que no paseado) por el solar de los antiguos Salesianos y me he sentido abrumado por la sinfonía de hierro, hormigón, aluminio y cristal en que han convertido nuestro particular sky line irusheme. En concreto he pasado por el tramo de vía pública que empalma la calle de los Teobaldos con la de Media Luna y he visto que para amabilizar el entorno han puesto una línea de 15 arbolicos que intentan sobrevivir dentro de un alcorque de 1 metro cuadrado cada uno y que a buen seguro no lo van a lograr.

Señores que diseñan, proyectan, ejecutan, supervisan y aprueban estos proyectos ¡qué visión tan antigua tienen ustedes del desarrollo urbanístico! Muchas de las grandes urbes en el planeta (Berlín, Buenos Aires, Londres, Sidney…) están apostando por la reconversión de amplios espacios urbanos en corredores verdes y masas arboladas densas que captan CO2, rebajan la temperatura ambiente y proporcionan espacios amables para la socialización y la convivencia. Pamplona, por otra parte, ha tenido siempre gran sensibilidad para la plantación y cuidado del arbolado en sus parques, jardines, cursos de agua y vías de comunicación. A modo de ejemplo, en la segunda mitad del siglo XIX se estudió por el Ayuntamiento de Pamplona la utilización de las aguas residuales para el riego del arbolado del término municipal, siendo esto un buen ejemplo de reutilización de los recursos y de economía circular cuando se desconocía el significado de estos conceptos.

El problema está en que estos temas ocupan el último anexo del último capítulo de los proyectos de nuevos desarrollos urbanísticos, que se ponen “porque hay que ponerlos” pero a los que se dedica el mínimo de conocimiento y presupuesto. Señores que diseñan, proyectan, ejecutan, supervisan y aprueban estos proyectos hay magníficos profesionales que les pueden ayudar a tomar decisiones sobre necesidades de suelos, sustratos, hídricas, especies adaptadas, sinergias vegetales, composición paisajística, fauna asociada y un largo etcétera, pero es necesario que se lo crean, que lo equiparen a conceptos como confort, calidad de materiales, control energético, etcétera, y le doten con el presupuesto necesario.