A la atención de Ana Mª Puig Arrastia, subdirectora de Atención Primaria y Continuidad Asistencial de Navarra Norte.

Y extendido al resto de la comunidad política Navarra que tenga capacidad de

decisión en el tema:

Estimada Sra. Puig. Utilizo la prensa ya que no tengo otra vía para ponerme en contacto con usted, con intención de aclarar ciertos puntos de su respuesta a la reclamación interpuesta por mí ante Osasunbidea-Servicio Navarro de Salud por la falta de servicio de pediatría del Centro de Salud de Leitza.

Con su respuesta deja claro su desconocimiento de la situación real en la que se encuentran nuestros niños y niñas. Dice usted en su escrito, y cito textualmente: “hay establecido un procedimiento de actuación contando con la enfermería de pediatría del centro de salud, los médicos de familia de la zona y el Servicio de Pediatría del Centro San Martín para que los niños estén atendidos de la mejor manera posible”. Pues no están atendidos, Sra Puig, no están atendidos, ni de la mejor manera, ni de la peor. Lo que están es desatendidos.

Enfermería de pediatría llega donde llega, y una enfermera, siendo la nuestra la mejor que podríamos tener, es una enfermera. Dejen de cargar al personal de enfermería con labores de médico.

Los médicos de familia no tienen experiencia en pediatría, y los niños y niñas necesitan profesionales que conozcan las patologías propias de su edad. Además, los médicos de familia de nuestro centro de salud bastante saturados están ya con la población adulta como para tener que asistir a los niños y niñas.

Y habla del Servicio de Pediatría de San Martín y se está equivocando. No les atienden en el servicio de pediatría, les atienden en Urgencias. No es lo mismo. No hay opción a seguimiento, ni a medicina preventiva, ni a muchas otras actuaciones necesarias para garantizar la salud de nuestros niños y niñas.

Esto no es atención sanitaria, Sra. Puig, esto es salvar la papeleta y tirar para adelante. El procedimiento les ha quedado muy bonito, pero es eso, bonito, porque el papel lo aguanta todo, pero la realidad es bien distinta.

Mi hijo menor, de 7 años, asmático y con otras patologías, en lo que va de 2024 lleva una neumonía sin seguimiento, una gripe A sin seguimiento, otro no sabemos qué sin diagnóstico ni seguimiento, y unas posibles anginas. Le han hecho placas innecesarias, ha tomado corticoides seguramente de más, ventolín sin control, dos o tres antibióticos…. Todo esto gracias a ese procedimiento.

No Sra. Puig, no, el procedimiento no consigue ni de lejos que nuestros niños y niñas estén atendidos. Mi hijo es un niño que necesita seguimiento pediátrico y que tiene unas patologías infantiles que este procedimiento no cubre.

En dos ocasiones he intentado acogerme a lo que dicta el Decreto Foral 244/1994: “Art. 1. Punto3: “Los ciudadanos en edad pediátrica residentes en una Zona Básica de Salud que no disponga de médico pediatra en la plantilla de la Estructura de Atención Primaria correspondiente, podrán optar por su adscripción, bien a un médico general de su Zona Básica de Salud, o bien a un médico pediatra del Área de Salud de su lugar de residencia”.

Y he pedido que se les asigne a mis hijos un pediatra de otro centro de salud de nuestra Área de Salud, y en ambas me han negado este derecho remitiéndome a su respuesta y a ese procedimiento, incumpliendo así el decreto foral. Según su propia legislación, nuestros niños y niñas tienen derecho a tener un pediatra asignado, pero nos lo impiden, Sra. Puig, su respuesta y ese procedimento.

Se acerca la primavera, y con ella aflorarán varias patologías crónicas estacionales que sufre una parte importante de la población infantil. ¿Quién se va ha hacer cargo de esto? ¿Vamos a tener que dar vueltas y más vueltas a Pamplona para que cada vez les vea un médico distinto sin posibilidad de seguimiento?

Más adelante, en su respuesta a mi reclamación, habla también de la falta de pediatras, y no la pongo en duda, pero, ¿los niños y niñas de Pamplona y su cuenca sufren esta falta? ¡A mí me parece que no!

Este es uno más de los problemas del entorno rural de los que tanto habla el Gobierno de Navarra. ¿Quieren políticas para fijar la población en el entorno rural? ¿Necesitan acciones para frenar la despoblación? Aquí tienen una propuesta inmejorable: facilítennos la vida a las familias con menores que apostamos por el entorno rural, o por lo menos no traten a nuestros hijos e hijas como ciudadanos de segunda.

En los dos meses y medio que llevamos de año he ido y venido del Centro San Martín en múltiples ocasiones con mi hijo enfermo en el asiento de atrás. ¿Sabe el coste económico que supone? Horas de trabajo perdidas, combustible, peaje, OTA…. ¿Sabe el coste emocional que supone? Esa angustia de mirar por el retrovisor y verlo fatal, el camino que se hace eterno, más con el mal tiempo, de llegar y tener que explicar que ya sabemos que no es una urgencia pero que no tenemos otra opción que acudir a urgencias, la angustia cuando el pediatra del turno urgencias te dice que: “le ausculten a diario o cada dos días en el centro de salud”, y sabes que no lo van a hacer… ¡porque no hay pediatra!

Salga de su despacho en Pamplona, visítenos en el entorno rural y analice lo que supone para una familia con hijos ese procedimiento.

Busquen soluciones que se adapten al entorno, sean valientes y arreglen los problemas pensando en soluciones locales, que las hay. En el caso de Pediatría de Leitza, sabemos que podría existir una solución que arreglaría el problema por unos cuantos años, pero esa solución necesita de voluntad y valentía política.

Eta bukatzeko, eskerrik asko Leitzako Osasun Etxeko langileei, eta bereziki eskerrak Maddi eta Sandrari, nire umeengan jarri duzuen arreta pertsonalarengatik.