La situación de incertidumbre que atraviesa Osasuna tiene una derivada deportiva grave y compleja que afecta a la confección de la plantilla para el próximo curso. Los técnicos esperaron hasta la clasificación para un competición continental para adoptar una perspectiva definitivamente nueva en la configuración del equipo, a pesar de que se habían dado pasos dirigidos por la peculiaridad del próximo curso. Ahora, el impasse que se vive por la decisión de la UEFA paraliza estos planteamientos. Al margen de que había cuestiones claras sobre algunos futbolistas -las salidas de los cedidos Manu Sánchez y Abde-, los movimientos de llegada estaban ahora impulsados por la participación del equipo en la Liga Conferencia. Con la duda de este asunto encima de la mesa, la secretaría técnica del club se encuentra con las manos atadas para seguir adelante con las propuestas iniciadas para la llegada de futbolistas. “No se puede hablar de nada, esto bloquea todo”, afirman desde la dirección deportiva.

El conjunto navarro es consciente de las cautelas que esta situación despierta en el mercado de jugadores -los agentes de los futbolistas encabezan esta primera reacción-, que espera a ver dónde queda situado en el próximo curso para activar las operaciones. Osasuna está buscando un lateral izquierdo y también dos futbolistas más con perfil ofensivo que completen hasta cinco la nómina de incorporaciones toda vez que Catena y Arnaiz son dos adquisiciones cerradas. Como comentó Braulio, el director deportivo, en su última comparecencia pública, la acumulación de encuentros por la disputa de tres competiciones -Liga, Copa, Liga Europa y también la participación en la Superliga de Europa- obliga a fortalecer al grupo para afrontarlas en condiciones, con más y mejores perfiles de jugadores.

Las dudas no son buenas compañeras de viaje para facilitar la llegada de jugadores, como también pueden favorecer las salidas. Osasuna se había ganado en el campo una serie de percepciones económicas que llegarían de la mano de la participación en la Liga Conferencia -los premios deportivos- y ahora se ve sin esos ingresos que van a dificultar también la configuración del plantel. El proyecto deportivo de jugar en Europa con Osasuna también es un refuerzo del compromiso para los jugadores con más cartel fuera que quizás ahora puedan ser más proclives a salir del club y, de paso, echar una mano con su venta a las necesitadas arcas del conjunto.

La dirección deportiva se ve bloqueada por esta incertidumbre e, incluso, el planteamiento de la continuidad de Aridane se encuentra condicionado por los nubarrones que envuelven al club en Europa. El atractivo de jugar la Liga de Conferencia indudablemente pesaba en la decisión del jugador a la hora de valorar otras propuestas.