Osasuna dispuso de once minutos de superioridad numérica sobre el Sevilla –del 86 al 97, que fue cuando el árbitro pitó el final del partido– porque el colegiado del encuentro, Guillermo Cuadra Fernández, madrileño de nacimiento aunque adscrito al Comité balear, expulsó a Suso en el minuto 86 al mostrarle una tarjeta roja directa “por realizar una entrada a un adversario con uso de fuerza excesiva en la disputa del balón”. Fue Aimar Oroz la víctima del futbolista del Sevilla, al que el trencilla amonestó en primera instancia con una cartulina amarilla, aunque no dudó en cambiar el color de la misma cuando revisó la jugada en el monitor a instancias del responsable del VAR, Isidro Díaz de Mera, del Comité castellano-manchego.

No pudo aprovechar Osasuna esta circunstancia para elevar la cosecha que se trajo de Sevilla, un punto que pudieron ser tres, aunque también ninguno. La cuestión es que el partido terminó en tablas y con Aimar Oroz con el tobillo derecho a la virulé por la entrada de Suso. En defensa del futbolista del Sevilla se puede decir que no parece que en la polémica acción tenga la intención de hacer daño al futbolista rojillo, pero también resulta conveniente destacar que se pasa de frenada y que, tras tocar el balón, los tacos de su bota impactan de lleno en el tobillo derecho del centrocampista de Arazuri, con el añadido de que el golpe coincide con el apoyo del navarro, lo que agrava la dureza de la entrada.

La jugada terminó con Suso expulsado y con Aimar Oroz atendido por los miembros del servicio médico de Osasuna. Pudo continuar el canterano rojillo sobre el terreno de juego e incluso dispuso de una buena ocasión para marcar que se le marchó ligeramente desviada tras una buena jugada por la banda derecha entre Jesús Areso y Jon Moncayola, e incluso forzó una falta en la frontal del área, acción en la que muchos dicen que el árbitro le perdonó a Sergio Ramos la segunda tarjeta amarilla –había visto la primera por protestar justo antes de la roja a Suso– y la consiguiente expulsión.

Sin embargo, a pesar de continuar jugando, los gestos de dolor y cojera de Aimar Oroz durante los últimos minutos del partido resultaron evidentes y habrá que esperar para comprobar si se recupera bien o si este problema le impide participar en el próximo compromiso de los rojillos, el que este miércoles le va enfrentar con el Barcelona en Montjuic.

La revisión de la entrada de Suso a Aimar, que acabó con el árbitro cambiando la amarilla por una roja, tuvo su repercusión porque el responsable del VAR, Isidro Díaz de Mera, que un día antes no avisó a Javier Iglesias Villanueva para que revisara una dura entrada del bético Johnny Cardoso al futbolista del Mallorca Samu Costa, acción que se quedó sin castigo alguno y acabó con el futbolista del cuadro bermellón en el hospital.