Ha sido jardinero, delegado de LAB, escritor, concejal y ahora al mando de la Policía Municipal. Menuda carrera meteórica lleva.

No sé si meteórica, porque hace casi 31 años que entré a trabajar al Ayuntamiento de Pamplona, primero en servicios múltiples y después en jardines. He hecho muchas cosas más en este tiempo, también de militancia en varias entidades sociales y de barrio, siempre donde ha tocado aportar.

Tres décadas en la administración local dan para mucho.

Sí, porque también he sido durante muchos años delegado sindical y presidente de la Comisión de Personal, por lo que he podido conocer las realidades laborales de muchas áreas y de mucha gente. Me ha aportado mucho conocimiento.

¿Cómo se gestó su nombramiento al frente del área de Seguridad y Convivencia Ciudadana?

Por un parte debido al conocimiento al que me he referido y a la información previa que tenía del área. Y también a que en los últimos cuatro años como concejal de la oposición he sido el encargado de llevar los temas de seguridad ciudadana en mi grupo municipal. Ha sido algo bastante lógico, no ha habido debate, porque en este área estaba claro que iba a ser yo quien la iba a asumir.

¿Se lo tuvo que pensar dos veces antes de dar el sí?

No, por lo que digo. Estaba claro antes de las elecciones de mayo de 2023 y estaba claro después de la moción de censura. Aunque es un área que produce bastante vértigo, por el tamaño y por lo heterogénea que es, lo he hecho con muchísima ilusión y con muchísimas ganas. Llevo un mes y sigo con la misma ilusión y ganas. No han bajado un ápice.

“He encontrado a mucha gente dispuesta a trabajar y colaborar, la mayor resistencia la he encontrado en UPN”

Aunque no es el primer representante de EH Bildu que ocupa este cargo (Aritz Romeo lo hizo entre 2015 y 2017), ¿ha encontrado resistencias dada su filiación política?

No, ninguna, sinceramente. He encontrado en el área a mucha gente muy dispuesta a trabajar y a colaborar, con propuestas en positivo, algunas de las cuales vamos a tenerlas en cuenta. La mayor resistencia la he encontrado en UPN, que se negó a hacer una transición normalizada. Es cierto que el anterior director del área mantuvo conmigo y con el jefe una reunión al día siguiente de la moción de censura, en el que me dio traslado de varios expedientes urgentes, pero no ha habido una transición ordenada, por lo que no sabemos exactamente cómo estaba el área y dónde tenemos que poner la atención. Nos vamos enterando con el trabajo diario.

Es un área muy dada a los malos ratos y si no que se lo pregunten a su antecesor Javier Labairu, que se llevó unos cuantos. ¿Está preparado para lo que puede venir?

Sí, de hecho he tenido un ‘bautizo’ bastante movido, porque nada más asumir el cargo me encontré con todo lo relativo a la San Silvestre o la Nochevieja. Es evidente que no es un área tranquila. En estas cuatro semanas hemos tenido que activar el plan antinieve una vez, estuvimos a punto de hacerlo en otra ocasión, la actualización del plan de inundaciones y nos hemos encontrado con el fallecimiento de una persona que estaba durmiendo en la calle. Soy perfectamente consciente de que en cualquier momento pueda suceder algo que requiera mi atención, pero también es cierto que la maquinaria del área está muy bien engrasada y que cuenta con un equipo humano maravilloso, que sabe muy bien lo que tiene que hacer.

“La maquinaria del área está muy bien engrasada y cuenta con un equipo humano maravilloso”

Se mueve en bici, así que no tendrá la tentación de quitarse una multa de aparcamiento como le sucedió a su antecesor.

Creo que Javier Labairu cometió un error muy grave en ese caso, que en vez de corregirlo se empecinó en tratar de justificar lo injustificable. Es posible que pueda cometer un error, pero a mí no me van a pillar en una de esas ni utilizaré mi posición política para tener un privilegio que la ciudadanía no tiene o no pagar una multa por ser quien soy, como le sucedió a Labairu.

El otro día le echó en cara que usted ya sabía algo de la moción de censura un mes antes, que había estado tanteando candidatos para dirigir a la Policía Municipal.

Ellos mantienen que desde junio ya sabíamos que se iba a poner una moción de censura, que todo estaba perfectamente planeado, pero la verdad es que nosotros, meses antes de las elecciones de mayo, ya estábamos preparando el terreno por si acaso había un cambio de gobierno. Por supuesto que mantuve varias reuniones, pero de ahí a decir que ya estaba todo hecho y que había estado mandando emisarios, como dijo, hay un trecho bastante grande.

¿Qué cualidades vio en Toño Sánchez para nombrarle jefe de la Policía Municipal?

Básicamente le elegimos por dos cosas. La primera porque es una persona que lleva muchísimos años y que ha conocido diferentes ámbitos de la Policía Municipal, con un prestigio muy reconocido dentro y fuera. Y la segunda es porque sabemos que comparte al cien por cien el proyecto que tenemos para la Policía Municipal. Nos interesa mucho más el para qué que el quién y lo mismo podríamos decir del director del área.

¿Cómo es ese proyecto que tienen para la Policía Municipal?

Queremos una Policía Municipal de proximidad, cercana a la ciudadanía y queremos que cambien algunas cosas que no nos gustan.

“Somos los primeros interesados en que en Curia y los actos en San Fermín transcurran sin incidentes”

¿Podría detallar alguna?

Por ejemplo, es muy difícil ver a un policía patrullar a pie, es muy difícil ver a un policía que se pare a hablar con los vecinos para conocer sus inquietudes, que se pase por las tiendas. Es muy difícil ver policías que se encarguen del cumplimiento de las ordenanzas. Eso es lo que queremos cambiar y tanto el jefe como el director del área están absolutamente de acuerdo. Hay unas competencias exclusivas de la Policía Municipal que son el cumplimiento de ordenanzas, ordenación del tráfico y vigilancia de los edificios municipales y creemos que son las que hay priorizar ahora siguiendo ese modelo de policía de proximidad, de policía comunitaria o con los polibicis, que vamos a recuperar.

¿Era ‘uno entre un millón’, como el título de su libro, o tenía más candidatos?

(Se ríe) No, no. No era uno entre un millón, pero era la persona que más claro teníamos.Es curioso porque hubo algunos que nos dijeron que no querían el puesto de jefe de la Policía Municipal sin que nosotros hubiéramos hablado con ellos. Toño fue nuestra primera apuesta desde el principio. Hubo personas de dentro que nos lo recomendaron muy intensamente y es un absoluto acierto. Cuando lo presentamos en la Comisión de Presidencia todos los grupos manifestaron que era un nombramiento muy acertado, lo que nos lleva a pensar que ha sido un acierto. Ya lo dijimos también, que el jefe y por tanto la Policía Municipal no es la policía de EH Bildu ni es la policía del equipo de Gobierno, es la policía de Pamplona.

¿Se plantea llevar a cabo una reorganización interna en la Policía Municipal, sobre lo que ya existen algunos trabajos previos?

Sí. Solo llevamos un mes y no sé cuanto tiempo hará falta para que nos hagamos una idea real de cómo están dimensionados los grupos y la propia organización. Es un área muy grande, con muchas funciones y con casuísticas muy diferentes. En base a eso veremos cómo organizaremos la Policía Municipal, pero es evidente que hay algunas cosas que hemos dicho que vamos a hacer, y que además están en el acuerdo programático, que van a suponer reorganizaciones. Vamos a poner en marcha de forma urgente una oficina de mediación, que va a ser una herramienta muy potente, y aumentaremos la Policía Comunitaria. También serán necesarios cambios internos, algunos obligados por jubilaciones o por reincorporaciones.

Se ha encontrado con varias resoluciones judiciales a favor de las reclamaciones de la plantilla, ¿ha hecho cálculos de lo que supondrá a las arcas municipales?

Estamos en ello. Es un asunto que se está trabajando sobre todo desde recursos humanos, pero es mucho dinero. A ver si llegamos a un acuerdo con la parte sindical para que esos pagos se puedan fraccionar y no hagan falta otro tipo de ajustes de plantilla.

¿De cuánto dinero se trata?

Más de cinco millones de euros.

Han terminado de una vez con las restricciones al uso de las calzadas en kalejiras, salidas de comparsas, carnavales, olentzeros o korrikas.

No consigo entender por qué se introdujo una frase en la resolución que era particularmente restrictiva con las actividades de los centros escolares, diciendo que no se les iba a dar apoyo policial para sus actos en la calle. Desde 2005 a 2019 nadie se acordó de aquella orden, hasta que Navarra Suma la recuperó en la pasada legislatura y trajo muchos problemas. Entendemos que también estamos para servir a quien quiera hacer esas actividades, lo que no supone que se puedan hacer en todos los casos y que habrá que priorizar los recorridos por zonas peatonales. Es un cambio de ordenanza y un cambio de criterio. Ha sido un primer paso antes de que a medio plazo se aprueba una nueva ordenanza sobre la utilización del espacio público de manera democrática.

¿Le ha dado tiempo a mirar lo que sucedió el día de San Saturnino con la suelta de los farolillos y el dispositivo de seguridad que se organizó al efecto, sobre lo que usted fue muy crítico?

Sinceramente estoy más centrado en mirar hacia adelante que hacia atrás. No quiero levantar alfombras pasadas, creo que no es lo que pide la ciudad ni lo que necesita, pero parece claro no se utilizó suficiente la coordinación con la Policía Foral, en lo que ya estamos trabajando, y que se tomaron algunas decisiones cuestionables.

El acuerdo firmado con los socialistas hace una mención velada al acoso que reciben cada año los concejales de UPN y PSN en la calle Curia durante la procesión de San Fermín. ¿Cree que con usted al frente del área de Seguridad se terminará con este práctica intimidatoria?

En el tema de la Curia nosotros no hemos hecho otra cosa que llamamientos a la calma. Todas las personas tienen derecho a transitar sin ningún problema, sin que se les insulte o se les empuje. Cuando estábamos en la oposición ya solicitamos trabajar este asunto con todos los grupos municipales y seguimos pensando igual. Habrá que darle alguna vuelta, pero yo no puedo saber lo que va a suceder en Curia este año. Creer que por estar nosotros ahora en el equipo de Gobierno se van a terminar los incidentes daría a pensar que antes estábamos detrás de los incidentes, lo que está totalmente alejado de la realidad. Han dicho de todo, pero somos los primeros interesados en que en Curia y todos los actos en San Fermín transcurran sin incidentes.

La imagen de los policías municipales protegiendo a los concejales con sus escudos, como si fuera una Legión romana, fue tremenda.

Sí. Comparto que todo el mundo tiene derecho a manifestar su opinión libremente, pero eso no puede conllevar a que la corporación no pueda transitar con normalidad.

¿Qué soluciones van a presentar a los vecinos que protestan contra los narcopisos?

Una de las cosas que tenemos claras en esta legislatura es que hay trabajar de forma más transversal. Históricamente las áreas han funcionado en compartimentos estanco y eso debe cambiar. Este problema es un ejemplo. Se ha aumentado la presencia policial en esas zonas de manera preventiva y de cara al futuro habrá que pensar en una nueva ordenanza sobre dependencias que nos pueda ayudar. No es un caso generalizado, pero sabemos que está sucediendo en algunas otras zonas de la ciudad.

¿Piensan quitar cámaras de seguridad en las calles o van a aumentarlas?

No sé cuantas hay ni si está prevista la colocación de otras nuevas. Nosotros siempre hemos dicho que no estamos a favor porque nos parece que se trata de una intromisión en la intimidad de las personas, pero es cierto que las encuestas que se han hecho nos contradicen. No puedo asegurar ahora lo qué haremos. No conviene tocar lo que funciona bien y además hay que tener en cuenta que no gobernamos solos. Habrá que buscar un consenso, no será una decisión exclusiva de EH Bildu.