Queda apenas una semana para que formalmente se dé por finalizada la legislatura con la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones para el 28 de mayo. Tiempo de análisis, despedidas y balances en los que sobresale una idea general. Los socios que sostienen actualmente al Gobierno de Navarra (PSN, Geroa Bai, EH Bildu y Contigo) dan por buenos estos cuatro años dentro de “las dificultades” que han tenido que afrontar, y aspiran a reeditar su alianza.

Cada uno con sus matices, claro. Unos más satisfechos que otros, pero todos con la aspiración particular, y también legítima, de ganar escaños con los que ganar también peso en la toma decisiones. Pero, al menos en los principios generales, parece haber un consenso amplio entre las fuerzas progresistas de que la fórmula actual, veremos con qué protagonismo para cada partido, puede ser válida también para la próxima legislatura.

Es precisamente el PSN quien con más énfasis incide en esa idea. Los socialistas tienen claro que quieren incidir en esa fórmula, eso sí, con María Chivite al frente del Gobierno. “Vamos a tener más apoyo social y más escaños que ahora para seguir liderando un gobierno progresista y de izquierdas con más fuerza. Se ha instalado la ‘era Chivite’ para liderar la presidencia”, enfatizó ayer tras la última reunión de la Mesa y Junta de Portavoces su portavoz, Ramón Alzórriz, que asegura que el PSN está “en disposición de ser la primera fuerza en Navarra”.

Los socialistas buscan así liderar no solo el Gobierno foral, también los ayuntamientos. Aunque no acaba de quedar claro qué harán si son superados por alguno de sus actuales socios en el Parlamento o en los ayuntamientos. Dudas que en cualquier caso quedan para después de las elecciones, que a fin de cuentas serán quienes pongan a cada uno en su lugar, con mayor o menor fuerza de negociación.

En ese contexto, la portavoz y candidata de Geroa Bai, Uxue Barkos, reivindica la necesidad de “un Gobierno progresista que recoja la pluralidad” de Navarra, pero en el que su formación tenga más peso del que ha tenido en los últimos cuatro años, incluso desde el liderazgo del Ejecutivo. “Las encuestas están marcando tendencia y coinciden con las de las formaciones políticas, que es el acompañamiento de la sociedad navarra a un gobierno progresista y que recoja la pluralidad de nuestra Comunidad. Gobiernos progresistas y plurales, donde Geroa Bai sigue teniendo capacidad en la toma de decisiones y hay que consolidarlo el próximo 28 de mayo”, expuso.

Acuerdos pendientes

La apuesta es clara también por parte EH Bildu, que asegura que de lo que ellos depende no habrá un Gobierno de derechas en Navarra. “Estamos convencidas de que vamos a obtener un buen resultado y de que EH Bildu va a seguir siendo todavía más determinante para configurar una alternativa a las derechas”, argumentó ayer Bakartxo Ruiz en la que fue su última comparecencia como portavoz de la coalición soberanista. Ruiz, no obstante, recordó que todavía quedan algunos compromisos adquiridos por el Gobierno pendientes de cumplir, por lo que le emplazó a “dejarse de tanta propaganda y cumplir con lo prometido y lo firmado”.

El bagaje de la legislatura es relativamente satisfactorio para las dos fuerzas parlamentarias que ahora integran Contigo Navarra. “Ha sido una legislatura muy dura y la terminamos con varias leyes importantes”, enfatizó ayer el portavoz de Podemos, Mikel Buil, que se mostró “orgulloso” del papel de su formación política, aunque lamentó no haber podido influir más en el Gobierno. “Nos hacen falta más fuerzas a la izquierda”, argumentó.

Finalmente, en su última presencia como portavoz, y en el final del trayecto político de Izquierda-Ezkerra, Marisa de Simón señaló que este ha sido “un Gobierno conservador, muy poco valiente”. En ese sentido, consideró que fue “un acierto” no entrar en el Ejecutivo, por lo que defendió una “izquierda alternativa que resiste” y que “es capaz de mantenerse fuera de los gobiernos”.

El PP critica el “cálculo partidista” de UPN y ve la ruptura perjudicial

El PP tiene claro cuál es su rival electoral en estas elecciones. Los populares atacan con dureza al Gobierno “socialista, comunista y nacionalista” en Navarra. Pero no olvidan que con quien se juegan los votos es con UPN, a quien responsabilizan no solo de la ruptura de Navarra Suma, sino de que las encuestas empiecen a marcar una tendencia a la baja a las opciones del centro de derecha. “Si hay una ruptura del centro derecha es porque hay unos cálculos que hace alguno de los partidos de la coalición para buscar una alternativa de Gobierno, con otros socios”, apuntó ayer su presidente en Navarra y candidato, Javier García, que afirma que la “verdadera alternativa” al Ejecutivo de Chivite es el PP. 

Para los populares, como hace unos días hiciera el líder de Ciudadanos, Carlos Pérez Nievas, la experiencia de Navarra Suma ha sido “satisfactoria” y “muy positiva”, y su ruptura va a ser perjudicial. “Nos hemos esforzado por mantener la unidad y nos hemos dejado la piel en satisfacer ese compromiso en permanecer en la unidad del centro derecha por encima de cualquier interés partidista”, afirmó García, que acusó a UPN de “romper” la coalición “de manera unilateral”. “No compartimos en absoluto la decisión”, reiteró ayer.

García apunta así al interés de Javier Esparza por buscar un acercamiento al PSN para sumar otra alternativa de Gobierno. “Romper la coalición es el mayor ejemplo de que sus socios eran o el PP o el PSN a la hora de formar un gobierno. Si rompes con el PP entiendo que es porque estás en búsqueda de una alternativa para sumar”, señaló.