La Fundación Miguel Ángel Blanco ha sacado a la luz cientos de documentos inéditos, la gran mayoría cartas de condolencia, que fueron guardados por la familia del concejal asesinado por ETA en 1997 y que ahora recuperan y hacen “más tangible que nunca” el espíritu de Ermua con su donación a la Universidad de Navarra para su estudio y difusión. En total, la Universidad ha recibido 43 cajas, más de la mitad con cartas de personas dirigidas a la familia, así como dibujos y libros de firmas, objetos conmemorativos y una serie de pertenencias personales de Miguel Ángel Blanco como su maletín o calendarios y carteles de su grupo musical favorito, Héroes del silencio.

Durante la rueda de prensa celebrada para dar a conocer esta donación, la decana de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, Charo Sádaba, consideró que este archivo “no deja de ser otra prueba más de esa enorme ola de solidaridad” que suscitó la muerte de Miguel Ángel Blanco en la sociedad española. Para la directora de la fundación, Cristina Cuesta, todos estos documentos suponen la “materialización del espíritu de Ermua” ya que va a permitir extraer lo que realmente sintieron aquellos días cientos de personas.

La donación se realizó en septiembre del 2022 y, según explicó la investigadora principal del proyecto, María Jiménez, en estos meses se ha realizado una primera ordenación del material distribuyéndose en un total de 43 cajas, 22 de ellas con cartas “procedentes de ciudadanos de toda España que muestran a la familia su pesar, su solidaridad y su compasión”.

Todo este material había permanecido guardado en un trastero de la casa familiar durante 25 años metido en cajas de cartón y bolsas de plástico quedando la mayoría de las cartas sin abrir, lo que a juicio de Jiménez es una prueba de que la familia en esos momentos “no se sentía con fuerza siquiera para leer lo que tantos ciudadanos les estaban diciendo”.

A estas 22 cajas hay que añadir otras dos de misivas procedentes del extranjero, otras dos con cartas institucionales, dos más con libros de firmas y tres con objetos conmemorativos así como documentos y enseres personales de Miguel Ángel Blanco.

En esta primera fase del proyecto están realizando la digitalización de todos los documentos, un trabajo que prevén finalizar este año y que cuenta con la financiación de la Fundación Víctimas del Terrorismo. Paralelamente comenzará la fase de investigación de todo el material, un trabajo que ha comenzado con una cata inicial de las primeras cartas.